Murió Miguel Montes García, primer fiscal que investigó el crimen de Luis Donaldo Colosio
GUANAJUATO, Gto., (apro).- El abogado Miguel Montes García, primer fiscal que tuvo a cargo la investigación por el crimen del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en 1994, falleció este viernes a los 83 años de edad.
Montes García residía en León, ciudad donde desarrolló una parte de su vida familiar y profesional como litigante, militante del Revolucionario Institucional y diputado local, aunque era oriundo de Degollado, en Jalisco.
Con una larga trayectoria en el servicio público, que inició en 1960 como procurador federal de la defensa del trabajo, se desempeñó como director de Educación del estado y secretario de Gobierno en el sexenio de Luis H. Ducoing, entre 1973 y 1976.
También fue profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guanajuato, y al mismo tiempo desarrolló una actividad en cargos de elección como militante del PRI, partido del que también fue dirigente en Guanajuato.
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Fue varias veces diputado local y federal, una de ellas en 1988, cuando en la Cámara de Diputados se avaló el resultado electoral que llevó a Carlos Salinas de Gortari a la presidencia de la República, con la sombra de un fraude.
Desde la presidencia de la mesa directiva de la Cámara Baja, ese año, tuvo un ríspido intercambio verbal con Porfirio Muñoz Ledo, quien interpeló al entonces presidente Miguel de la Madrid en su último informe.
Miguel Montes también fungió como procurador de Justicia del Distrito Federal, y en su trayectoria como jurista formó parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sin embargo, tras el magnicidio de Colosio, candidato del PRI a la presidencia --ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, en Tijuana--, la viuda del político, Diana Laura Riojas, solicitó que fuera Montes quien se hiciera cargo de la investigación.
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Montes pidió licencia como ministro en la SCJN cuando Carlos Salinas de Gortari lo nombró fiscal especial, en calidad de subprocurador.
Y estuvo a cargo del proceso por el que concluyó --entre fines de marzo y mediados de julio de 1994-- que Mario Aburto fue el autor material e intelectual del asesinato de Colosio.
En ese lapso, de manera pública Miguel Montes presentó la teoría inicial de un complot, que habría conducido a Colosio Murrieta a Lomas Taurinas, con la posible participación de más de un homicida.
Pero reviró y presentó su polémica conclusión de Aburto como el asesino solitario y descartó la acción concertada en el magnicidio.
En medio de cuestionamientos públicos, Montes dejó la investigación y en su lugar fue nombrada Olga Islas.