CIUDAD DE MÉXICO (apro). – En el mundo, cada 40 segundos una persona muere por su propia mano. En México, la tasa nacional es de 5.2 suicidios por cada 100 mil habitantes, ocupa el lugar 22 de las principales causas de muerte de la población mexicana y en el grupo de personas entre 15 y 29 años representa la segunda causa de muerte, reconoció el director general de Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, Juan Manuel Quijada Gaytán.
“Existen diferentes tipos de factores que pueden contribuir al riesgo de suicidio, entre ellos, la falta de cohesión social, factores ambientales, económicos e individuales, como la genética, los antecedentes familiares, los antecedentes personales de abuso, la impulsividad, el abuso de sustancias y los trastornos mentales graves. Todos ellos pueden interactuar para aumentar la vulnerabilidad al suicidio”, indicó en la conferencia de prensa vespertina sobre covid-19, en la cual se habló del tema porque este 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Generalmente, informó, las personas que se suicidan lo han intentado previamente, pensando, en ello, como una solución permanente a un problema temporal que en ese momento genera dolor, culpa, desesperanza, y pareciera que es la única salida sin poder ver otras posibilidades.
“Estamos plagados de numerosos conceptos erróneos sobre la conducta suicida. Además del estigma asociado que les impide poder comunicar sus emociones, preocupaciones o pensamientos. Situación que condiciona que muchas personas no busquen el apoyo y prefieren callarse o quedarse solas por miedo a ser juzgados o miedo a ser criticados”, resaltó.
Recordó que para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevención del suicidio es una de las tareas importantes y destaca que hay evidencia de que las acciones no deben proceder únicamente del sector de la salud, sino que requiere una intervención de otros sectores como la educación, la laboral, la justicia, el derecho, la política, los medios de comunicación con un enfoque innovador, integral y multisectorial.
“Entre las medidas más eficaces se reconocen la reducción del acceso a medios letales, la práctica informativa responsable por parte de los medios de comunicación, no a la infodemia. El reconocimiento temprano y tratamiento oportuno de trastornos mentales como la depresión y el consumo de sustancias problemático. La identificación de personas en riesgo, el monitoreo de aquellos con ideas y tentativas anteriores de suicidio y la atención inmediata de los que intentan suicidarse”, resaltó.
“No obstante y a pesar de la emergencia sanitaria por covid-19 que estamos viviendo, tenemos la oportunidad de mejorar los esfuerzos para prevenir el suicidio en la población y hemos ido aprendiendo a mantener contacto a través de las tecnologías de la informática y la comunicación creando visibilidad y promoción del bienestar y del autocuidado”, indicó.
En ese sentido, recordó la existencia de la línea de la vida, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), la Unidad de Inteligencia Epidemiológica Sanitaria, la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil, el Centro Integral de Salud Mental de San Jerónimo, los Centros de Integración Juvenil, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, el Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”, el Hospital Psiquiátrico Infantil “Juan N. Navarro”, el Instituto Nacional de Psiquiatría “Juan Ramón de la Fuente Muñiz”, la línea Teletón, la línea de la UNAM, Psicólogos Sin Fronteras, la Federación Nacional de Psicólogos y la Red de Sostén Emocional para Familiares en Duelo, entre otros.
“Una adecuada estrategia de prevención de suicidio debe lograr una mayor sensibilización sobre la importancia de este problema de salud pública que permita hablar abiertamente de ello con una comunicación compasiva y comprometida, con propósitos bien definidos y lograr una activa participación de las instituciones y de la comunidad”, consideró.
Al respecto, la directora de Normatividad y Coordinación Institucional, Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental, Diana Iris Tejadilla Orozco, se refirió a los números sobre el suicidio a nivel nacional, la cual está en 5.3%, de la cual se incrementa entre los jóvenes entre 20 y 24 años y de éstos, dijo, “son los hombres los que están más en peligro”.
Esta tasa se ha ido incrementando desde el año 2008, añadió, y las causas, comentó, son violencia, uso de sustancias tóxicas, depresión, ansiedad, autolesiones o suicidio, según los datos reportados en las llamadas de auxilio a las líneas de ayuda.
Recordó la cuenta Contacto Joven, junto con el Instituto Nacional de la Juventud (Injuve) con 2 mil 854 casos atendidos relacionados con el estrés, problemas con las emociones, crisis, violencia o abuso de sustancias, entre jóvenes entre 13 y 19 años.
Por su parte, el asesor internacional en Enfermedades Crónicas de la OMS/OPS, Miguel Malo Serrano, destacó que, a nivel global, más de 800 mil personas mueren por suicidio al año y por cada suicidio, 25 personas lo han intentado previamente y por cada persona que se suicida hay al menos seis que van a requerir un acompañamiento cercano.
Al respecto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, consideró que este tema debe estar presente porque en todos los países se presentan retos, pero dada la capacidad limitada de los sistemas de salud en materia de salud mental se requiere de mayor atención y es imprescindible la vinculación y la corresponsabilidad de trabajar junto con la sociedad.