CIUDAD DE MÉXICO (apro). - Las muertes proyectadas de pacientes con VIH, tuberculosis y malaria aumentarán 10%, 20% y 36%, respectivamente, en los próximos cinco años a causa de la pandemia de covid-19, alertó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
ONUSIDA, así como varios programas y agencias de la ONU, advirtieron sobre “un impacto catastrófico sobre las personas que viven con VIH y tuberculosis” e instaron a los países a adoptar medidas urgentes para reforzar los programas de protección social a fin de proteger a las personas más vulnerables de posibles impactos en la salud y de las consecuencias socioeconómicas de la pandemia.
“Los países deben garantizar que todos puedan recibir servicios esenciales, incluida la atención médica, y deben invertir adecuadamente en programas de protección social” comentó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA en un comunicado.
La agencia señaló que se necesita proteger especialmente a las mujeres y niñas, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores sexuales, personas que consumen drogas y personas transgénero, ya que muchos de ellos están excluidos de los programas de protección social existentes.
“En la actualidad, sólo el 29 por ciento de la población mundial tiene acceso a una cobertura de protección social adecuada”, dijo Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y agregó que “los gobiernos deben actuar para garantizar la sostenibilidad de los medios de vida, las empresas y los empleos y la protección de la salud, los derechos y los ingresos de los trabajadores durante y después del covid-19”.
Los organismos detallaron que las personas que han sido más impactados por la pandemia, son los que se encuentran en países afectados por conflictos, crisis económicas o climáticas, así como los refugiados, y advirtieron que en el primer trimestre de 2020 se perdieron unos 150 millones de empleos a tiempo completo y millones de personas más perderán sus medios de vida en los próximos meses.
Por su parte ONUSIDA detalló que las mujeres son particularmente vulnerables a la crisis económica, ya que, al estar empleadas desproporcionadamente en los sectores informales, es más probable que pierdan sus ingresos, además de que constituyen el 70% de la fuerza laboral de atención médica y social, y a menudo se emplean en la primera línea de contra el covid-19.
Asimismo, comentó que las mujeres realizan la mayor parte de las tareas domésticas no remuneradas en el hogar, el cuidado de los niños y otras funciones de cuidado, por lo que “con el bloqueo provocando y aumentando la violencia de género, es imperativo que los gobiernos inviertan en programas de protección social diseñados específicamente para mujeres y niñas”.
Por otra parte, los organismos destacaron que los cierres de escuelas, que han afectado a más del 90% de la población estudiantil mundial, no sólo han interrumpido la educación, sino también el acceso de los alumnos a servicios sociales fundamentales, como las comidas escolares.
“Los niños y los jóvenes están sufriendo de manera desproporcionada el impacto socioeconómico de la crisis de covid-19”, dijo Henrietta H. Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al mencionar que antes del brote, dos de cada tres niños no tenían fondos de protección social o eran insuficientes, por lo que la crisis socioeconómica provocada por la pandemia está poniendo en peligro a toda una generación de jóvenes.
“Los países deben estar a la altura de su compromiso con la protección social para todos los que la necesitan”, concluyó Fore.
Con información de Melisa Carrillo