Violencia, sobrepeso y obesidad infantil, entre los desafíos pendientes en México: Unicef
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- México aún debe enfrentar un gran número de desafíos, como eliminar la violencia contra niños y adolescentes, garantizar un trato humano y digno a toda la infancia y adolescencia migrante, y reducir los índices de sobrepeso y obesidad que afectan la vida de los menores, señaló el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
Durante la presentación de su Informe Anual 2019, el representante de la Unicef en México, Christian Skoog, comentó que a cinco años de la aprobación de Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), México avanza para fortalecer sus instituciones y garantizar los derechos de los niños y adolescentes, sin embargo, aún persiste un gran número de desafíos.
De acuerdo con Skoog, al menos 6 de cada 10 menores en México han experimentado algún método de disciplina violento en el hogar, y uno de cada dos ha sufrido, golpes, patadas o puñetazos en la escuela. Al respecto, señaló que desnormalizar la violencia en el país es fundamental, y refirió que el año pasado Unicef apoyó al SIPINNA y al gobierno en el desarrollo del plan de acción nacional, dirigido a prevenir y abordar la violencia durante el periodo 2019-2024.
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Asimismo, comentó que el año pasado el Fondo desarrolló el Programa de Espacios Seguros y Amigables para la Infancia y la Adolescencia en Contextos de Violencia y la Iniciativa Comunidades en Armonía por la Niñez y la Adolescencia, para mejorar el aprendizaje de 4 mil 500 estudiantes de secundaria y reducir el riesgo de abandono escolar en municipios de Chihuahua y Guerrero, alcanzando a 2 mil 192 niños que viven en contextos violentos.
Por otra parte, advirtió que México ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial en cuanto a sobrepeso y obesidad infantil, ya que un 35.6% de las niñas y niños en edad escolar los padecen debido a una mala alimentación. Al respecto, dijo que impulsaron acciones para combatir la mala alimentación y sus consecuencias, trabajando con otras organizaciones y la sociedad civil para que el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas permita diferenciar fácilmente entre alimentos saludables y los que no lo son.
Asimismo, indicó que junto a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Salud Pública, analizaron los programas de alimentación de las escuelas de tiempo completo y elaboraron recomendaciones para mejorar la alimentación de más de 3.6 millones de niños en edad escolar.
En cuanto a política social, Skoog detalló que casi la mitad de los menores en México viven en pobreza, y que, a pesar de los programas sociales existentes, un 60% de ellos carece de seguridad social. Las cifras, comentó, han variado poco en los últimos ocho años, indicando que el ciclo intergeneracional de pobreza persiste, por lo que el año pasado enfocaron sus esfuerzos en visibilizar a la infancia y adolescencia en pobreza e implementar el desarrollo de programas sociales.
En cuanto migración, alertó que, en 2019, las autoridades identificaron 51 mil 999 niños migrantes provenientes principalmente de Centroamérica, mientras que 12 mil 740 niños mexicanos fueron retornados por los Estados Unidos. Durante ese año, la Unicef abrió dos oficinas en Tijuana, Baja California y Tapachula, Chiapas, en las que atendieron a 800 niños en la detección de necesidades de protección especial y a más de 19 mil 500 en apoyo psicoemocional.
Por otra parte, resaltó que el Fondo contribuyó al desarrollo y lanzamiento de la Ruta para la Protección Integral de los Niños y Adolescentes Migrantes, Solicitantes de Asilo y Refugiados, así como del modelo de cuidados alternativos para la niñez y la adolescencia en situación de migración.
En cuanto al desarrollo de los menores, Skoog refirió que en 2019 el 18% de los niños mexicanos menores de cinco años no alcanzaron un desarrollo adecuado para su edad, algo muy preocupante, ya que durante esa etapa ocurren intensos procesos de maduración física, emocional y cognitiva.
Al respecto, Skoog mencionó que el Fondo apoyó a las instituciones en el desarrollo de la Estrategia Nacional de Primera Infancia y sumó esfuerzos con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para identificar buenas prácticas y áreas de mejora de la calidad del servicio de guarderías, para que los más de 200 mil menores de entre 0 y cuatro años que acuden a sus instalaciones reciban atención y cuidados adecuados.
En materia de educación, Skoog señaló que la niñez indígena que vive en zonas de alta y muy alta marginación enfrenta muchas dificultades para asistir a la escuela, ya que en el 5.5% de las primarias del país, los maestros no hablan la misma lengua que sus estudiantes y muchos tienen que dar clases a diferentes grados en el mismo salón, por lo que la Unicef ayudó a fortalecer las habilidades de los docentes, beneficiando a más de 21 mil 600 alumnos en estados como Chihuahua, Chiapas, Estado de México y Guerrero que podrán tomar clases en su lengua materna.
Este año, comentó, la Unicef sumó al artista plástico Jorge Marín como embajador en México y al trío musical Vázquez Sounds como voceros juveniles de la organización en el país. Asimismo, recordó que para conmemorar el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, realizaron una serie de actividades, como conciertos, charlas, exposiciones, presentaciones de libros y el vuelo del globo Unicef, que invitaron a la reflexión sobre la importancia de este tratado.
Finalmente, Skoog agradeció a las empresas que han formado alianzas con la Unicef y a los más de 50 mil donantes individuales que les permiten financiar sus actividades y anunció que en 2019, la Unicef recibió ingresos por 260 millones de pesos mexicanos provenientes de la recaudación nacional (74%) e internacional (26%), de los cuales, el 86% provino de donantes individuales.
De estos ingresos, comentó, la Unicef destinó el 36% a la protección de la infancia; el 24% a la participación y educación de niños y adolescentes; el 19% al desarrollo infantil temprano, nutrición y lactancia materna; el 14% a abogacía pública, comunicación y recaudación de fondos y el 7% a protección social y políticas públicas.
Skoog resaltó que en 2019 México y la Unicef terminaron su Programa de Cooperación 2014-2019 y diseñaron uno nuevo para el periodo 2020-2025, el cual, indicó, delinea nuevos compromisos con la visión de construir una nueva generación de adolescentes que a través de la atención integral recibida desde la infancia, crezcan libres de pobreza, saludables, educados y protegidos de la violencia y que, además, tengan igualdad de acceso a oportunidades y estén empoderados para impulsar un cambio y desarrollo positivo en la sociedad.
(Melisa Carrillo)