La crisis de representación en los partidos políticos erosiona las democracias: Lorenzo Córdova
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, aseguró que se ha debilitado la función de los partidos políticos de hacer efectiva la representación de los intereses de los distintos grupos sociales.
“Esta situación algunos la han identificado como una crisis de la representación, que es uno de los múltiples aspectos que hablan de la erosión del estado de salud de las democracias contemporáneas”, dijo.
Esta crisis de representación, agregó, “trae como consecuencia la falta de confianza de la ciudadanía en los partidos, y el descenso en términos del aprecio por estas instituciones fundamentales de la democracia, así como de los niveles de identificación partidista”.
Durante su participación en la presentación del libro “El sistema de partidos políticos de México hacia 2021-2024”, estudio coordinado por Santiago López Acosta, el consejero presidente del INE señaló que para revertir esta crisis de representación es necesario la autocrítica de los partidos, en la que deben plantearse su papel como gobiernos u oposiciones, analizar su desempeño, su relación con la sociedad y los principios que les dan su identidad ideológica.
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Córdova indicó que las organizaciones partidistas deben representar de la mejor manera la pluralidad política de la sociedad.
“La pluralidad de expresiones políticas debe reflejarse en las instancias de representación de la manera más fiel posible al cuerpo político que es representado. Y si nuestro cuerpo es plural y diverso, la representación debe reflejar esa pluralidad y diversidad”, precisó.
De igual manera, indicó que las elecciones de 2018 provocaron una recomposición del sistema de partidos en México, pues se pasó de un modelo pluralista moderado a uno de partido predominante, por lo que la correlación de fuerzas cambió radicalmente.
En esos comicios –dijo-- el candidato presidencial ganador obtuvo cinco millones y medio más de votos que los alcanzados por su coalición partidista en el Congreso.
“Nunca habíamos tenido un voto diferenciado tan grande entre las elecciones presidenciales y las elecciones legislativas, una prueba contundente de que en las democracias no existen ni ganadores ni perdedores absolutos”, concluyó Córdova.