CHETUMAL, Q. Roo. (apro).- Tras una larga jornada de papeleo, esta tarde el exgobernador de Quintana Roo Mario Villanueva Madrid ingresó a su domicilio, en el fraccionamiento “Andara”, de la capital del estado, para continuar con la pena que enfrenta por “lavado de dinero”.
A las 16:50 horas, vestido con una camisa amarilla, pantalón de mezclilla y zapatos tenis, escoltado por elementos federales y portando su cubrebocas, llegó a su domicilio donde lo esperaban familiares, entre ellos, su esposa Isabel Tenorio.
Cuando huyó del estado, en 1999, acusado por diversos delitos vinculados al narcotráfico, el exgobernador tenía su domicilio en el rancho “El Mostrenco”, ubicado en la antigua carretera Chetumal-Calderitas, hoy avenida Centenario.
Mediante un amparo Mario Villanueva obtuvo la prisión domiciliaría.
Pese a que reporteros hicieron guardia en la clínica Campestre, donde se encontró recluido, el exgobernador evitó entrevistas con la prensa.
Fue sacado por la parte trasera de la clínica, donde un convoy de patrullas de elementos federales y de la Guardia Nacional (GN) lo escoltaron hasta su hogar, donde terminará de purgar su condena de 22 años de prisión acusado de los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa e intimidación.
En el interior de la clínica Campestre estuvieron algunos de sus familiares como su hija Marisa Villanueva, además del diputado federal Luis Alegre Salazar, hijo del empresario radiofónico Gastón Alegre López.
Con una chamarra puesta en sus manos, donde se presume tenía las esposas, el exgobernador caminó por una rampa para llegar al vehículo Jeep, color Gris, que lo transportó por varias calles del centro de Chetumal hasta llegar a la avenida Insurgentes y de ahí tomar rumbo a la avenida Centenario.
Posteriormente, el convoy de patrullas y elementos federales lo ingresaron al domicilio, en donde ya lo esperaba su familia.
Mario Villanueva, nacido en Chetumal, abandonó la ciudad el 4 de abril de 1999, previo a la toma de protesta de su sucesor en la gubernatura, Joaquín Hendricks.
Aunque tenía preparada una embarcación, en el pequeño puerto de Calderitas, para huir a Belice, Mario Villanueva finalmente se refugió en una comunidad cercana a Mérida, arropado por el entonces gobernador de Yucatán, Víctor Cervera Pacheco.
Después, se trasladó a la comunidad de Alfredo V. Bonfil, conurbada de Cancún, en donde pasó varios meses ocultó y, al intentar irse a la Ciudad de México para su entrega, fue delatado por un excolaborador y fue detenido.