CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- “Si no se toman medidas urgentes y drásticas”, entre otras la inyección de 2.5 billones de dólares para ayudar a los más vulnerables y suspender el pago de la deuda para los países en desarrollo, la
pandemia de SARS-Cov-2 podría arrojar hasta 500 millones de humanos en la pobreza y provocar un retroceso social de 30 años, advirtió un
informe que publicó hoy Oxfam.
“Aquellas acciones deben ser pagadas, no por otra década de austeridad, sino con un incremento inmediato de los impuestos a las ganancias extraordinarias y a los negocios subrecaudados de las grandes corporaciones, a las actividades financieras especulativas y a las personas más ricas de nuestras sociedades”, sostuvo la organización.
Según sus estimaciones, de no hacer nada el número de personas que ingresan menos de 5.5 dólares al día podría pasar de 3 mil 386 millones a cerca de 4 mil millones, mientras que la población que ingresa menos de 3.2 dólares al día podría dispararse de mil 936 millones de personas actualmente a 2 mil 548 millones de personas.
https://twitter.com/oxfam_es/status/1248200231235104769?s=20
"La devastación no se detendría ahí"
La organización señaló que, según las tendencias actuales –sin tratamiento eficiente ni vacuna aún– el virus podría llevarse hasta 40 millones de vidas humanas, pero insistió en que “la devastación no se detendrá ahí”, pues la recesión global que se avecina estará peor que la de 2008: hasta 25 millones de empleos podrían esfumarse, los trabajadores en su conjunto perderán hasta 3.4 billones de dólares en ingresos, y las mujeres sufrirán los peores estragos del coronavirus.
“Viviendo al día, las personas más pobres no tienen la posibilidad de retirarse del trabajo o de almacenar provisiones. En el mundo, millones de trabajadores están siendo enviados a casa porque los negocios cierran. Dos mil millones de personas trabajan en el sector informal y no tienen acceso a un ingreso cuando enferman”, recordó Oxfam.
Ante este panorama desolador, la organización denunció que los gobiernos de los países en desarrollo adoptaron algunas medidas para luchar contra la pandemia, pero muy pocas de ellas están encaminadas a instaurar un sistema de protección social universal ni una redistribución equitativa de las riquezas.
“(Los gobiernos) no han actuado para combatir las desigualdades crecientes; a la luz de la crisis, esto ha de cambiar, y los países en desarrollo deben asegurar la seguridad sanitaria y económica para todos”, sentenció.
Cabildeo
Oxfam anunció que cabildeará a nivel internacional –ante el G20, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial– para un “Plan de Rescate Económico para Todos”, que aspira apoyar directamente a las personas más pobres con 2.5 billones de dólares y a no repetir los errores de la crisis financiera de 2008, cuando los gobiernos dieron prioridad en inyectar miles de millones de dólares en los bancos y no “a la gente ordinaria”.
Entre otros, promoverá la entrega de dinero en efectivo a quiénes más lo necesitan –entre ellos personas pobres, trabajadores y pequeños negocios–, empujará para incrementar la ayuda internacional y pedirá un incremento de los impuestos a los más acaudalados del planeta, ya sea sobre las ganancias del capital y de la industria digital, sobre los bienes contaminantes y luchando contra los paraísos fiscales.
Ayer, la revista
Forbes publicó su lista anual de multimillonarios: indicó que los más ricos del planeta perdieron 700 mil millones de dólares como consecuencia del coronavirus; sin embargo, todavía hay 2 mil 95 personas en el mundo que poseen una fortuna superior a mil millones de dólares, entre ellos 11 mexicanos. En conjunto, este grupo de ultraprivilegiados –que ocuparía una quinta parte de los asientos del Auditorio Nacional– acapara 8 billones de dólares.
https://www.proceso.com.mx/625068/slim-sale-del-top-10-de-los-multimillonarios-de-forbes
De acuerdo con Oxfam, se necesita al menos 2.5 billones de dólares de emergencia para contener la crisis: un billón de dólares en alivianar deudas –recordó que en 2018, las deudas combinadas de los países en desarrollo alcanzó el 191% de sus PIBs y tuvieron que implementar medidas de austeridad–, otro billón de dólares para inyectar liquidez internacional y otros 500 mil millones de dólares para reforzar los sistemas de salud de los países en desarrollo.
Por si fuera poco, Oxfam recordó que la crisis del SARS-Cov-2 estalló en medio de una oleada represora en el mundo, donde en al menos 111 países los gobiernos silencian la protesta y limitan la actividad de los defensores de derechos humanos.
“La pandemia lo empeora; en todo el mundo, toques de queda impuestos para frenar la expansión del virus empiezan a provocar enormes tensiones económicas y enojo, y las personas más pobres están siendo violentamente reprimidas, desde Kenia hasta la India, mediante abusos a los derechos civiles”.