Grupo Sombra intensifica entrega de víveres… ahora en Tuxpan
XALAPA, Ver. (apro).- Sicarios de las Fuerzas Especiales Grupo Sombra (FEGS), célula delincuencial del Cártel del Golfo, se presentaron en el municipio de Tuxpan, en el norte de Veracruz, donde repartieron víveres en comunidades selváticas y pueblos que viven de la agricultura y alejados de la cabecera municipal.
Lo hicieron para ayudar a los más pobres a sobrevivir a la parálisis económica propiciada por la pandemia del coronavirus, según dijeron.
En imágenes enviadas a las redacciones de periódicos y agencias del norte de Veracruz, se observa a jóvenes sicarios --de entre 17 y 25 años aproximadamente-- que bajan de camionetas, reparten despensas en bolsas transparentes y se toman fotografías abrazando a sus beneficiarios.
El reparto se hizo en las comunidades de Peña de Afuera, Las Pasas y Altamira.
Antier hicieron lo mismo en colonias populares de municipios de la Huasteca, como Pánuco, El Higo y Tempoal.
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En Tuxpan, colonos y habitantes se han quejado en las redes sociales del nulo apoyo del gobernador, el morenista Cuitláhuac García, y del alcalde panista, Juan Aguilar Mancha, quien han dado largas en temas como créditos a micro y medianas empresas, así como al reparto de víveres a los más desprotegidos.
El apoyo del Grupo Sombra en comunidades apartadas es una réplica del esquema impulsado por Los Zetas y los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, entre otras organizaciones delincuenciales en el país, un hecho que ha causado escozor entre la clase política.
En días pasados, en una de sus conferencias mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los grupos delincuenciales “bajarle” a su violencia, en lugar de andar repartiendo apoyo a los sectores más vulnerables.
Encapuchados, con equipo táctico y armas, los sicarios entregaron las despensas con un singular mensaje: “Familia FEGS. Tuxpan, tan noble es mandar, como saber obedecer. Y mandará mejor el que sepa obedecer... quédate en casa por el bien de todos”.
El Grupo Sombra es una célula delincuencial que desde 2017 organiza festivales los días del niño y de la madre, en plazas públicas de Pánuco, municipio salpicado por la violencia y pugnas entre integrantes de esa célula y Los Zetas.
En la pasada navidad, los sicarios salieron en combis a repartir pavos, pollos y cenas a las colonias pobres de Tuxpan.
Por la pandemia del covid-19 y una eminente crisis social por la parálisis laboral, sicarios de Los Zetas también repartieron víveres en congregaciones de Coatzacoalcos.