LONDRES (apro).- El primer ministro británico, Boris Johnson, dio positivo en el test de Covid-19 y se encuentra en cuarentena en su residencia oficial de Downing Street, en Londres, mientras Gran Bretaña batalla contra la peor crisis sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Johnson, de 55 años, confirmó en su cuenta personal de Twitter que presenta desde hace 24 horas síntomas leves de la enfermedad, incluidos fiebre y una tos persistente.
https://twitter.com/BorisJohnson/status/1243496858095411200?s=20
Además, indicó que, tras recibir un consejo del asesor médico del Gobierno, el profesor Chris Whitty, se sometió en Downing Street al test del coronavirus, el cual dio positivo.
“En las últimas 24 horas presenté síntomas leves (de la enfermedad) y di positivo por el coronavirus. Estoy ahora en autoaislamiento, pero seguiré liderando la respuesta del gobierno a través de video-conferencia a medida que batallamos este virus”, indicó el mandatario conservador en un video.
“Juntos derrotaremos esto”, agregó Johnson, citando el hashtag #StayHomeSaveLives (Quedarse en casa salva vidas).
Johnson dijo además que “gracias a la magia de la tecnología” seguirá comunicándose con su equipo de trabajo “para liderar la batalla nacional contra el virus”.
Las autoridades británicas investigan ahora a cuántas personas podría haber contagiado el Primer Ministro, que llevó a cabo esta semana una serie de reuniones de emergencia con ministros y secretarios, además de participar el miércoles en la sesión semanal de preguntas y respuestas en la Cámara de los Comunes, en Londres.
El Príncipe Carlos, de buen ánimo
Este miércoles, el príncipe Carlos, heredero a la Corona británica, también dio positivo en el test de Covid-19 y fue sometido a una cuarentena total en su propiedad de Birkhall, en Escocia.
Carlos, de 71 años, presenta síntomas leves de la enfermedad y está “de buen ánimo, caminando y en actividad”, de acuerdo a un portavoz real de Clarence House.
El primogénito de la Reina Isabel II de Inglaterra había llevado a cabo sus actividades normales en los últimos días y la última vez que vio en persona a su madre fue el pasado 12 de marzo, un día antes de haberse contagiado.
En esa oportunidad no estaba presente el esposo de la monarca, el Duque de Edimburgo, de 98 años.
El 12 de marzo fue el último día que Carlos participó de un acto público, aunque desde entonces estuvo presente en varias reuniones y eventos privados vinculados a sus actividades caridad y empresariales.
“Su Majestad la Reina sigue en buen estado de salud. La última vez que la monarca vio al príncipe de Gales fue brevemente en la mañana del 12 de marzo, y ahora está cumpliendo con las recomendaciones apropiadas en relación a su salud”, indicó un vocero del Palacio de Buckingham, la residencia oficial de la monarca en Londres.
La Reina, de 93 años y que se encuentra cumpliendo una cuarentena en el Castillo de Windsor, aún no se ha sometido al test del coronavirus, aunque es muy probable que deba hacerlo tras conocerse la noticia del contagio de su hijo.
El príncipe Carlos se sometió el lunes al test del Covid-19 en su propiedad de Birkhall, que se encuentra en los campos del Castillo Real de Balmoral, luego de presentar síntomas leves y debido a su edad.
Según los médicos de la Realeza, es improbable que el estado de salud del príncipe se deteriore, debido a que comenzó con síntomas el fin de semana, y desde entonces su situación no ha empeorado.
Tanto Carlos como Camila, esta última de 72 años, permanecerán en cuarentena por los próximos 14 días en Birkhall, donde hay un equipo reducido de empleados domésticos y colaboradores.
Más de 11 mil 600 infectados
El anuncio por el contagio de Boris Johnson se dio a conocer cuando Gran Bretaña reportó más de 11 mil 600 casos confirmados de personas contagiadas con el coronavirus, de los cuales al menos 578 fallecieron.
Esta semana, el Gobierno británico anunció una serie de estrictas medidas para tratar de frenar el avance de la enfermedad en el país, que incluyó pedirle a la población que se quede en sus casas, evite utilizar el transporte público, y sólo salga en casos excepcionales, para comprar comida, medicamentos, o ayudar a personas ancianas o vulnerables.
Sin embargo, esas medidas podrían reforzarse aún más en los próximos días, especialmente en Londres, que se ha convertido en el foco principal de la enfermedad en el Reino Unido, debido a reportes por un gran número de pasajeros que aún utilizan el Tube (red de metro londinense), como también trenes suburbanos y otros medios de transporte en la capital para llegar a sus fuentes de trabajo.
En tanto, el gobierno logró reclutar a al menos 500 mil voluntarios para ayudar al
NHS británico, llevando comida a médicos o colaborando con el servicio de salud que enfrenta su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.
El jueves por la noche millones de británicos se asomaron a sus balcones, ventanas, jardines y puertas de entrada de sus hogares para aplaudir la incansable labor que están llevando a cabo médicos y enfermeras de todo el país para luchar contra el coronavirus.
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