CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Mujeres Organizadas de al menos 18 planteles exigen a las autoridades universitarias modificar los artículos 95, 98 y 99 del Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para reconocer la violencia de género como una falta grave que amerite expulsión y transparentar el proceso de reforma. Esta modificación a la legislación universitaria fue impulsada por las alumnas integrantes de dicha organización que mantienen tomada la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) desde hace 3 meses, como punto fundamental de su pliego petitorio para que la institución pueda reconocer y erradicar la violencia contra las mujeres que existe en sus aulas. “El actual estado de los artículos hace que el proceso de denuncia sea inservible ya que las sanciones son insuficientes: obligando a las denunciantes a seguir conviviendo con los denunciados, al mismo tiempo que perpetúa discursos históricos y coloniales de odio e invisibilización hacia las mujeres”, manifestaron en un comunicado conjunto. Las Mujeres Organizadas de los 18 planteles también solicitaron que la propuesta de modificación realizada por el Consejo Universitario se haga pública y accesible a toda la comunidad, para lo cual fijaron como plazo hasta el lunes 10 de febrero a las 8:00 horas. Explicaron que la sesión del Consejo tendrá repercusiones directas sobre este punto, por lo que debe ser de conocimiento público, a través de una trasmisión en vivo y por televisión a nivel nacional, así como las resoluciones al respecto. Nota relacionada: [embed]https://www.proceso.com.mx/616943/15-planteles-unam-paro[/embed] Asimismo, recordaron a las autoridades que, como funcionarios públicos, deben respetar el ejercicio del derecho de petición y dar a conocer su respuesta al peticionario. Las activistas aseguraron que no permitirán a la UNAM tomar los resultados de la lucha que han emprendido y utilizarlos de manera poco ética, pues “se ha caracterizado por su falta de transparencia e irresponsabilidad hacia la comunidad, especialmente con las mujeres”. Además, reprocharon a la institución sus comunicados criminalizantes, así como sus amenazas y acciones vacías que buscan simular un cambio, pero que “son insuficientes”. “Aunque no reconozcan la dignidad de nuestra lucha y nos llamen criminales e incluso aseguren que tenemos intereses egoístas y oscuros, o digan que no somos estudiantes. Nosotras y nosotrxs trabajamos desde el amor, reconocemos nuestra digna rabia, nos organizamos y decimos ¡Ya basta!”, concluyeron.