CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Organizaciones y opositores al Proyecto Integral Morelos (PIM) repudiaron las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por esta mañana afirmó que “conservadores” utilizaron el asesinato del activista Samir Flores para afectar a su gobierno.
“Quiero decirle al señor Obrador que esa postura es muy grave porque en aquellos ayeres él comentó que había muerto un gran dirigente social, y ahora dice que es un servidor de oportunistas”, lamentó Alejandro Torres Chocolatl, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos Puebla Tlaxcala.
Durante su campaña, agregó, “López Obrador se comprometió a cancelar el proyecto. Dijo que era como ponerle un basurero a Jerusalén, y le dolió que en el año de Zapata se le nombrara persona no grata en el pueblo de Zapata (…) a causa de una consulta impuesta, en la que menos del 2% de la gente participó”.
En el marco de las jornadas de “acciones dislocadas” en homenaje al activista asesinado hace un año, integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) ofrecieron una rueda de prensa para informar sobre el amparo contra el Tren Maya –cuya audiencia constitucional se llevará a cabo el próximo 28 de febrero--, pero también para denunciar los megaproyectos impulsados por el gobierno de López Obrador en el sur del país.
Hasta la fecha no se cuenta con “ninguna información de que se esté haciendo algo para ver quién fue o por qué se asesinó a este compañero”, señaló la exaspirante a la presidencia de la República María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, y dijo que “no se descarta que otras comunidades interpongan más amparos” contra el Tren Maya.
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Presiones de Fonatur
Pese que un juez local otorgó una suspensión temporal a las comunidades del municipio de Xpujil, Campeche, que interpusieron un amparo en el que cuestionaron la validez de la polémica consulta realizada a finales del año pasado, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) no detuvo el proyecto.
“Llegó el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) con las actas que se levantaron de la consulta, pero Fonatur no se dio por no enterado; hay una suspensión temporal, deberían de respetar este proceso, pero no lo están haciendo. Quieren avanzar, en Cancún (Quintana Roo) ya están hablando de licitaciones, es una violación a este proceso. Estamos agotando todos los recursos para no meternos en una situación de jaloneo”, apuntó Ernesto Martínez Jiménez, habitante del municipio de Xpujil.
También denunció que en las 80 comunidades que rodean la zona de Calakmul, donde se contempla una estación del Tren Maya, Morena lleva a cabo una “campaña de desprestigio” contra los opositores al megaproyecto, a través de “comisarios ejidales y municipales cooptados” –al estilo priista-- o al “condicionar” programas y obras públicas –como el acceso al agua-- a la concreción del megaproyecto.
“Dicen que no pueden resolver el tema del agua porque hay un amparo, y que si se quita el amparo entonces darán el agua. El tren es un proyecto y el agua es un derecho, y no pueden condicionar programas porque son recursos públicos”, soltó, y recordó que “mucho antes de que se hicieran las consultas dieron pipas que decían ‘Tren Maya’; repartían agua en el municipio, pero no en las comunidades”.
Abundó: “El Fonatur dice que nosotros asumimos que representamos a las comunidades, pero no, nosotros velamos por nuestros derechos y los de los hermanos; no estamos representando a las comunidades tal cual, sino defendiendo nuestros derechos constitucionales”.
E insistió: “Impugno lo que dijo Obrador: voté por él, para que no diga que soy priista o panista, y por lo mismo voy a exigir que haga su chamba”.
Jesús León Zapata, otro comunero de Xpujil, lanzó: “Hubo reclamos contra el amparo que interpusimos, empezamos a sentir la presión por parte de los comisarios: nos dijeron que ya no podíamos entrar a las comunidades, que estábamos en contra del desarrollo, que decíamos mentiras”.
Es un proyecto inmobiliario
Ángel Sulub Santos, un joven originario de Felipe Carrillo Puerto –otro municipio de Quintana Roo donde se prevé erigir una estación del Tren Maya--, denunció que el megaproyecto se encamina “al turismo masivo, al desarrollo turístico. Sabemos que sus cifras son reales, pero no benefician a las comunidades, todo lo contrario: estos grandes desarrollos inmobiliarios y turísticos benefician al poder”.
Recordó que este año se celebra medio siglo de la fundación de Cancún, un “proyecto diseñado desde un escritorio para despojar a la comunidad de sus cenotes, playas, territorios”, y que llevó a la instalación de grupos criminales que desataron una intensa ola de violencia en la región. Ángel se alarmó que hoy su municipio amaneció con dos personas asesinadas, “cosa que nunca había sucedido”.
“El Tren Maya es un proyecto inmobiliario, planean hacer 18 ciudades, ¿se imaginan? (…) aunque López Obrador dijo que se acabó el neoliberalismo, todo lo que hace está en este marco económico neoliberal”, destacó a su vez Bettina Cruz Velázquez, concejala del CNI en el Istmo de Tehuantepec y firme opositora al Corredor Interoceánico, otro megaproyecto que planea conectar los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos mediante una vía de tren y carreteras nuevas, e implantar parques industriales y aeropuertos.
La mujer, oriunda de Juchitán, Oaxaca, sostuvo que el Corredor Interoceánico trasciende el tránsito de mercancías, pues tiene en la mira reservas probadas de petróleo y gas, la energía eólica con 28 parques eólicos, o la minería.