CHIHUAHUA, Chih. (apro). - El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, acusó a “las hermanas” de Miroslava Breach Velducea de mentir, pues negó que supiera de las amenazas que la periodista asesinada en 2017 había recibido. Sin embargo, existen pruebas que muestran que sí sabía.
Las evidencias que lo documentan son: una conferencia de prensa dada por el propio Corral Jurado el 23 de marzo de 2017, día del asesinato de Miroslava, donde mencionó que sabía de las amenazas; así como una captura de pantalla de Miroslava donde informa a una colega que habló con el mandatario panista para pedirle que interviniera contra un funcionario de su partido que la amenazaba.
También están algunos testimonios reunidos en la investigación que señalan que ella informó consistentemente desde el primer día; además de las constancias que existen de que la propia Miroslava Breach dijo ante funcionarios públicos estatales y federales sobre su situación y mencionó en una columna a uno de los políticos que la presionaba.
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https://www.proceso.com.mx/618345/juicio-miroslava-breach-dia-1
El acoso lo comenzó a sufrir desde el 4 de marzo de 2016 cuando destapó -junto con la corresponsal de Proceso, Patricia Mayorga- la colusión de partidos políticos con narcotraficantes en 12 municipios serranos, donde familias criminales designaron a candidatos a presidentes municipales, como era el caso de Chínipas con la familia de Los Salazar, facción del Cártel de Sinaloa, que tenía un familiar inscrito entre los candidatos del PRI.
Ayer, al ser cuestionado por la prensa sobre los testimonios dados el primer día del juicio por los testigos con identidad reservada, “Silver” y “Uno”, el gobernador panista señaló directamente a las hermanas de Miroslava.
“Me puede (sic) cuando usan estos casos para el golpeteo político y no para la justicia, ellas mienten, mienten con todas sus letras”.
También defendió a los políticos panistas a los que -según declararon- Miroslava identificaba como “los mensajeros del narco”, refiriéndose a Hugo Schultz, expresidente municipal de Chínipas; José Luis Luévano, expresidente estatal del PAN y exsecretario particular de Corral, y Alfredo Piñera, exvocero del PAN estatal, implicados en la llamada donde le pedían que revelara sus fuentes de información sobre los “narcocandidatos”, audio que fue entregado a la gente del grupo de Los Salazar, al que se acusa de su asesinato.
Ayer, las familias Breach Velducea no quiso declarar nada sobre las expresiones del gobernador, una familiar únicamente comentó que ellas sólo dijeron lo que escuchaban decir a Miroslava.
Por su parte, Balbina Flores, representante en México de la organización Reporteros Sin Fronteras que acompaña durante el juicio a los hermanos de la víctima, dijo que la familia Breach Velducea tiene derecho a hablar, como víctimas, y que el señalamiento a los políticos implicados en el asesinato desde el inicio de la investigación ha sido mencionado por varios testigos, como también siempre se ha dicho que ella le pidió ayuda a Corral, pues eran cercanos.
“(Las hermanas) han sido respetuosas con el gobernador y en ese comentario la actitud del gobernador no ha sido respetuosa”, dijo en entrevista.
La organización que representa, junto con Propuesta Cívica, es una de las que apoyó que el caso pasara del fuero común -donde a la familia no se le reconocía como víctima- al fuero federal, lo que disgustó al gobernador.
“Ya le dije a Corral”
La investigación #ProyectoMiroslava, publicada en septiembre pasado en el sitio
www.proyectomiroslava.org, como iniciativa de una alianza entre periodistas mexicanos y extranjeros para investigar el crimen, dio cuenta de que Miroslava sí hizo públicas sus amenazas, y de que funcionarios públicos lo sabían. Estas son algunas:
Conferencia de Corral
El mismo 23 de marzo de 2017 en que asesinaron a Miroslava Breach, el gobernador Corral admitió en una conferencia de prensa -que sigue en el Facebook del gobierno del Estado- que ella le había informado de sus amenazas, pero dijo erróneamente que fue dos años antes, en 2015, cuando se sabe que fue en 2016, a partir del reportaje publicado en marzo de ese año sobre los candidatos a presidentes municipales impuestos por grupos del narcotráfico, como el de Chínipas.
Aunque se le preguntó, no quiso mencionar quién era la fuente de la amenaza; en la investigación del asesinato tampoco fue citado a declarar al respecto por la fiscalía del estado o la federal.
“Hace dos años me mostró mucha preocupación por mensajes de amenazas que se le estaban haciendo llegar por motivos de la publicación de reportajes que todos conocemos que ella publicó junto con otra compañera periodista de Chihuahua y que frontalmente tocaron estructuras del crimen organizado […] Ahora como gobernador […] nunca me comentó Miros que tuviera una amenaza, una advertencia”, dijo el mandatario el día del asesinato.
https://www.facebook.com/ComSocChih/videos/vb.108843419637983/154049131784078/?type=2&theater
Corral, incluso, escribió
una columna sobre el tema, publicada en marzo de 2016 en El Universal, en cuyo último párrafo menciona la valentía de las periodistas Breach y Patricia Mayorga por publicar de los candidatos del narcotráfico.
El mandatario panista informó que la principal línea de investigación sería su trabajo periodístico acumulado.
“Miroslava denunció frontalmente a bandas del crimen organizado, como actos de corrupción en el estado de Chihuahua, y ese trabajo es por ahora nuestra principal línea de investigación”.
Dos días después declararía a la revista Proceso que la línea a seguir sería la narcopolítica.
Declaraciones de testigos
Desde los primeros días del asesinato, en las declaraciones tomadas por ministerios públicos para el caso, ya se mencionaba que ella le avisó al político al que consideraba su amigo.
Una de las hermanas dijo: “existe una conversación entre ella y el gobernador electo Javier Corral, en la que le advertía que estaba siendo víctima de amenazas consistentes: (le dijeron) ‘que se dejara de meter en asuntos que no le importaban, que no hiciera comentarios de los narcopolíticos porque si no iban a matar a sus hijos, a su familia y al final a ella para que viera lo que estaba haciendo con sus comentarios’”.
Cuando se cumplió un año del asesinato, en la conmemoración que se hizo en la Cruz de Clavos, una familiar dijo a la prensa que en el celular que se llevó de la escena del crimen la Fiscalía, se habían perdido las pruebas.
“Había también un mensaje de texto donde le avisaba (a Corral), pero ese se perdió cuando recogieron sus teléfonos el día del suceso”.
DEBES LEER:
https://www.proceso.com.mx/618463/fiscal-de-chihuahua-estanca-juicio-del-caso-miroslava-breach
En el mismo evento otra hermana dijo: “(Miroslava) me dijo que si le pasaba algo yo iba a saber que era a raíz de eso, aquí va a estar en mi teléfono (…) Hubo más amenazas y ella los grabó, esas grabaciones debieron haber estado en su teléfono.
“Cuando ella estaba ahí en la camioneta (muerta) nos pidieron sus teléfonos, las computadoras y no tuvimos ningún pensamiento adverso, en ese momento estás en estado de shock y no piensas en hacer un respaldo antes y les entregamos todo lo que teníamos. Que yo sepa jamás aparecieron esas grabaciones”.
En el expediente no están consignados dichos mensajes o la información que tenía en su computadora o en los discos duros que recogió la Fiscalía.
“Corral fue informado, en algunos casos detalladamente, de las amenazas en contra de ella y de otra periodista; primero en septiembre de 2015, luego en marzo de 2016, después en agosto cuando ya era gobernador electo y por último en octubre cuando ya fungía como jefe del ejecutivo”, escribió la periodista Olga Aragón quien se entrevistó con amigos y familiares durante el funeral de la periodista que era su amiga.
Notificación a colegas
Este Colectivo consiguió la captura de pantalla de una conversación que Miroslava tuvo con una colega, vía WhatsApp, el 12 de agosto de 2016, en la que le cuenta que informó a Corral de sus amenazas.
“Me llamó Corral el viernes pasado, en muy buena postura frente al tema que hablamos. Dijo que no me preocupara, que él tomaría cartas en el asunto con el alcalde de Chínipas”, escribió Miroslava en la conversación.
Su interlocutora le respondió: “qué bueno. Que calmen el tema en lo político” “No sé si lo haga”, respondió Miroslava, “pero al menos se mostró sensible, hace la diferencia”.
En sus publicaciones
El 10 de septiembre, un mes después de que Miroslava habló con Corral, en su muy leída columna Don Mirone publicó un duro comentario sobre el presidente municipal panista Hugo Schultz (después del asesinato se sabría que él entregó un audio al grupo criminal de Los Salazar, donde ella es cuestionada sobre sus fuentes de información sobre narcopolítica en ese municipio).
En esa ocasión ella escribió: “los pobladores de los pueblos serranos han aprendido que siglas políticas van y vienen, intercalando alcaldes del PAN y del PRI sin que cambien las condiciones de inseguridad, violencia y sin tocar el control territorial, la influencia económica y política que tienen los narquitos regionales.
“Hay alcaldes que hasta les sirven de mandaderos, para botón de muestra ahí está el presidente municipal de Chínipas, Hugo Schultz Alcaraz, que últimamente anda muy activo actuando de intermediario”.
Dos personas cercanas a Miroslava afirmaron que Schultz le mandó un mensaje de que no pisara la sierra; de ahí su calificativo de intermediario.
No se sabe el efecto que pudieran haber tenido las gestiones de Corral ante las amenazas que le reveló Miroslava, pero en el Don Mirone del 25 de noviembre del 2016 ella mencionó a Schultz, quien por entonces se estrenaba como coordinador de educación indígena en la zona serrana, como “emisario” del narco y amedrentador de periodistas.
Una familiar cercana recordó en entrevista con este Colectivo que Miroslava se había topado con Schultz en los pasillos de Palacio de Gobierno. Estaba muy enojada.
En diciembre, Miroslava comenzó a decir a sus familiares y amigos que la situación en el estado iba a empeorar, y advertía que matarían a un periodista, y que podría ser ella. En enero solicitó la cotización para blindar su camioneta y quiso arreglar los seguros de vida de sus hijos.
En actos de Gobierno
Miroslava Breach una vez habló públicamente de sus amenazas, fue el 12 de octubre de 2016, en una reunión del Mecanismo Federal de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas en la ciudad de Chihuahua, a la que acudieron periodistas, defensores y enviados de la Secretaría de Gobernación desde Ciudad de México.
Ella contó las dificultades de ejercer el periodismo en la entidad, y las represalias sufridas por la nota de la infiltración electoral de grupos del narcotráfico.
Sus puntos de vista quedaron plasmados en el documento final. En esa reunión se habló de la necesidad de activar un plan de alerta que, según se prometió, sería presentado al gobernador del Estado.
En el borrador del texto, en la relatoría se lee en el apartado número 6: “Amenazas. Por notas sobre: candidatos narcos, sustituyeron a dos candidatos”.
Entre los riesgos enfrentados dejaron registrado lo siguiente: “recibir amenazas directas, por terceros, oral y vía telefónica por lo que se escribe al respecto. Crimen organizado reacciona a una nota de manera inmediata. Se presenta en el medio del periodista y amenaza al medio automáticamente […] Corresponsales que lo manejan como tema de cobertura asumen los riesgos”.
En la reunión, además de los funcionarios, estuvieron presentes defensores de derechos humanos que ya participaban en el equipo de transición de Corral y que se convertirían en funcionarios.
El diagnóstico final fue presentado en el Estado un mes antes del asesinato de Miroslava: los encargados del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas le entregaron en persona una copia al propio gobernador Corral, a miembros de su gabinete, al entonces subsecretario de Gobernación federal Roberto Campa y a los periodistas y defensores. En este documento estaba implícitas las amenazas recibidas.
En el juicio oral que se lleva contra Juan Carlos M. O., uno de los tres hombres acusados de haber participado en el crimen de la periodista, constantemente se escuchan testimonios sobre el carácter valiente de Miroslava Breach, su honestidad, su pasión por su trabajo y su indefinición ante las injusticias.
Los testigos coincidieron en que cuando la cuestionaban por qué seguía si estaba siendo amenazada ella les respondía: “qué voy a hacer, alguien tiene que decir las cosas”. O: “el silencio es complicidad”.
*El Colectivo 23 de marzo está formado por periodistas mexicanos y extranjeros que se unieron para investigar el crimen de Miroslava Breach, para que no quede impune. En alianza con las organizaciones internacionales Forbbiden Stories, Bellngcat y el Centro Latinoamericano de Periodismo de Investigación (CLIP), publicaron www.proyectomiroslava.org