CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez”, impulsadas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, no cumplen con el mínimo de materiales de construcción, mobiliario, equipo, necesidades de reparación e infraestructura básica, según un estudio realizado por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
El reporte resalta que ninguno de los 30 planteles evaluados alcanza el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), lo que impide que puedan expedir títulos universitarios.
“Tuvimos una gran dificultad para hacer este estudio, porque si se meten a la página, sólo ofrece el listado de municipios, no hay dirección, no sabemos cuántos profesores, alumnos o dirección del plantel”, señaló el investigador León Lugo.
Sobre los requisitos de evaluación solicitados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), las instituciones educativas --ubicadas en zonas de alta y muy alta marginación-- obtuvieron 0.72 de 4 puntos posibles, es decir, sólo cumplen con 18% de los requerimientos.
El reporte “Universidades en el Limbo” advierte que en 26 de las universidades evaluadas se encuentran inscritos 94 estudiantes y únicamente en cuatro hay más de 400 estudiantes.
El programa –subraya-- está mal focalizado, pues se hizo con fines partidistas, y puntualiza que de las 100 universidades, 50 se ubican en municipios gobernados por Morena, el partido oficialista, mientras que 15% fueron instaladas en comunidades gobernadas por el Partido Acción (PAN), 4% por el Revolucionario Institucional (PRI), 5% por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y 4% por el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
De acuerdo con Lugo, el gasto de estas escuelas es “atípico”, dado que los primeros tres trimestres de 2019 no reportaron gastos, pero al cierre del año se erogaron 880.2 millones, con un subejercicio de 19.8 millones de pesos en total.
Las instituciones evaluadas se ubican en Chiautzingo, Puebla; Huayacocotla, Veracruz; Ocosingo, Chilón, Palenque, Chenalhó y Venustiano Carranza, Chiapas; Tacámbaro y Zacapu, Michoacán; San Juan Bautista Cuicatlán, Asunción Nochixtlán, San Juan Bautista Valle Nación y San Felipe Jalapa de Díaz, Oaxaca.
Las otras se encuentran en Xaltocan, Tlaxcala; Villa de Allende y Villa del Carbón, Estado de México; Chilcuautla y Huasca de Ocampo, Hidalgo; General Pánfilo Natera y Pinos, en Zacatecas; Aquismón y Rayón, San Luis Potosí; Escárcerga, Campeche; Juan Escudero, Atoyac de Álvarez y Xochistlahuaca, Guerrero; Valladolid, Ticul y Yaxcabá, Yucatán, y Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.
En esos lugares, sólo 23% de jóvenes de entre 18 y 24 años tienen bachillerato concluido.
Con estas universidades en “el limbo”, MCCI sugiere aumentar el número de alumnos en las universidades públicas existentes, en lugar de crear nuevas, y construir sedes regionales de instituciones académicas en operación, concentrar el presupuesto en las regiones de alta o muy alta marginación, calendarizar y aplicar los recursos correctamente, y cumplir con los requisitos del RVOE para expedir títulos.
(Manuel Alejandro Godínez López)