CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para impedir que la enviaran a la fosa común, un grupo de mujeres voluntarias reclamó el cuerpo de la niña que el 30 de agosto pasado fue encontrada en una hielera, en la colonia El Pípila, en Tijuana, Baja California, y la sepultaron en privado.

Una de las promotoras de esta acción que respondió a que nadie reclamó el cadáver de la menor, llamada Jessica García Lerma comentó que el 12 de diciembre les entregaron los restos de la niña que llamaron Dulce María a la Casa Hogar Sonrisas de Ángeles.

Las 22 mujeres que se unieron en esta causa se nombraron sus “mamis adoptivas”, la velarían el domingo por la noche en la funeraria Nueva Tijuana, de la colonia El Florido primera sección, lugar que ofreció a realizar la ceremonia fúnebre de manera gratuita.

A las 11:00 horas de este lunes salieron de la funeraria vestida de blanco y con un globo del mismo color, rumbo al Panteón Municipal número 13 de Tijuana.

Los restos de la niña que calculan tendría entre 5 y 10 años fueron localizados en una hielera, sobre la avenida Las Torres, esquina con calle Salamanca, en la colonia El Pípila, por parte de comerciantes del mercado sobre ruedas que se instala en dicha localidad.

Días después del hallazgo, la Fiscalía General del Estado de Baja California compartió su retrato hablado.

La necropsia no registró algún tipo de lesión, pero sus características destacaron que tenía parálisis cerebral infantil y que la causa de muerte fue sepsis pulmonar secundario a neumonía. Tenía desnutrición severa, por eso aparentaba una edad de entre 3 o 4 años, tenía llagas en todo el cuerpo, lo que fiscalía vinculó a la enfermedad, no a una especie de maltrato por parte de sus tutores.