CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Tren México-Querétaro, anunciado y cancelado el sexenio pasado, fue retomado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Al presentar un plan de 39 obras de infraestructura, el proyecto ferroviario fue expuesto en el listado como el segundo de mayor cuantía, aunque la exposición no abundó al respecto. La conferencia de prensa presidencial de este lunes, enmarcó la presentación de un acuerdo con el sector privado para avanzar en proyectos de obra con los que el gobierno se propone generar el 25% del Producto Interno Bruto hacia 2022, una apuesta que, sin embargo, contrasta con el plan parcial, de apenas 39 proyectos y la promesa de anuncios paulatinos. El acto reunió hoy a la cúpula empresarial, así como algunos de los magnates entre cuyos negocios destaca el contratismo con el gobierno como Carlos Slim Domit, de Grupo Carso; el Consejo Mexicano de Negocios, la llamada “cúpula de cúpulas” con su presidente Antonio del Valle, y Carlos Lomelí, del Consejo Coordinador Empresarial. La presentación estuvo a cargo del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien dio cuenta de los propósitos del llamado “acuerdo para la reactivación económica” de la mano del sector privado y, rápidamente, expuso los 39 proyectos, siete en curso y 32 por iniciarse hacia principios de 2021, entre los que destacó el mencionado proyecto ferroviario. La presentación solo expone que dicho proyecto será concesionado, promovido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y que tendrá una inversión estimada en 51 mil 300 millones de pesos.

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Como se recordará, el Tren México-Querétaro fue una de las obras anunciadas en el Programa Nacional de Infraestructura de Enrique Peña Nieto, licitado y cancelado hace seis años, justo a principios de noviembre de 2014. La cancelación ocurrió en el contexto de la publicación del reportaje “La casa blanca de Peña Nieto”, publicado por Aristegui Noticias, en el que se acreditó que uno de los contratistas más favorecidos de la administración, Juan Armando Hinojosa Cantú, de Grupo Higa, había construido y financiado la mansión de las Lomas de Chapultepec. Las empresas de Hinojosa Cantú, aparecían como contratistas entre los principales megaporoyectos del peñanietismo, entre estos, el del mencionado proyecto ferroviario.

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Al cancelar la obra, el gobierno mexicano debió pagar una contraprestación a China Railway, que hasta ahora no ha sido transparente. En aquel proyecto estaban asociadas con la corporación paraestatal china, las mexicanas Grupo GIA+A, de Hipólito Gerard, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari; Grupo Prodemex, de Olegario Vázquez Raña, el magnate propietario también de Grupo Imagen, el diario Excélsior y Grupo Ángeles, que incluye el Banco Multiva; así como Constructora Teya, subsidiaria de Grupo Higa, del mencionado Hinojosa Cantú. En agosto pasado, durante una de sus conferencias matutinas, el presidente López Obrador anticipó que el proyecto podría retomarse, siempre y cuando hubiera empresarios interesados en invertir en una concesión, pues el gobierno no destinaría recursos al proyecto, lo que finalmente hoy se concretó al incluir la obra en el listado del plan de infraestructura.