CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La cúpula del empresariado acudió hoy a Palacio Nacional, a convocatoria del presidente Andrés Manuel López Obrador para, juntos, presentar un plan de infraestructura parcial, con apenas 39 proyectos y la promesa de anunciar en el futuro otras obras de manera escalonada.
En el acto, en realidad la conferencia de prensa matutina de este lunes, la presentación del plan largamente postergado incluyó referencias políticas que fueron, desde la consideración sobre el evento que manda un mensaje de unidad nacional según el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelí, al posicionamiento del presidente López Obrador declarando admiración, respeto y simpatía por los empresarios.
El programa, presentado en su oportunidad por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, incluye siete obras que ya están en desarrollo y 32 que iniciarán en los próximos meses, por un monto acumulado de 297 mil 344 millones de pesos.
De los proyectos enlistados destaca la reactivación del Tren México-Querétaro, una obra que sería concesionada con un monto de inversión estimado de 51 mil 300 millones de pesos.
Dicho proyecto es el segundo en cuantía de inversión, pues de lo presentado destaca una planta coquizadora en la refinería de Tula, en Hidalgo, estimada en 54 mil 705 millones a cargo de Pemex, como el más importante de los nuevos proyectos.
La planta coquizadora, es el proyecto de mayor cuantía también en lo que corresponde al sector energético, seguida de una unidad de Licuafacción en Salinas Cruz, Oaxaca, que se realizara por la Comisión Federal de Electricidad y la Administradora Portuaria Integral, con una inversión de 25 mil 200 millones de pesos.
Inversión modesta
Sin embargo, 26 de los 32 proyectos son modestos, pues no representan una inversión mayor a los 10 mil millones, cinco de los cuales no alcanzan ni los mil millones de pesos.
De los 39 proyectos totales, entre iniciado y por iniciar, al menos 10 corresponden a desarrollos privados, nueve son promovidos por gobiernos locales, en tanto el resto al gobierno federal en sus sectores Comunicaciones y Transportes, Energía y medio Ambiente.
La posición del gobierno federal es que el Programa Nacional de Infraestructura logre alcanzar a generar el 25% del producto interno bruto, alrededor del primer trimestre de 2022, aunque eso dependerá de los anuncios de obras que se vayan haciendo, de manera paulatina.
Durante la presentación del plan, que forma parte del llamado “Acuerdo para la Reactivación Económica, estuvieron presentes por la parte oficial, los titulares de las secretarías de Hacienda, Arturo Herrera; de Energía, Rocío Nahle; de Economía, Graciela Márquez Colín, así como el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza.
Al hacer uso de la palabra, Romo Garza destacó que la salida a la crisis económica es la concentración en los negocios regionales, que la economía global cambió, de ahí que la posición del gobierno de López Obrador sea que los contratos se generen con empresas mexicanas.
Buena relación con el empresariado
La ocasión dio pie a que el presidente reiterara que, en los meses de agosto y septiembre, el país recuperó 210 mil empleos formales, en tanto, en su oportunidad, el secretario de Hacienda, estimara entre 185 mil y 190 mil empleos, los que se generarán con el listado de obras.
Por la cúpula empresarial, asistieron los presidentes del
CCE, Carlos Lomelí; del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle; de la Confederación de Cámaras Industriales, Francisco Cervantes; de la Asociación de Bancos de México, Luis Niño de Rivera; y de la Confederación de Cámaras de Comercio, José Manuel López Campos.
En tanto sin representación, pero con la relevancia de contarse entre los principales contratistas de los gobiernos, asistieron Carlos Slim Domit, de Grupo Carso; Rogelio Zambrano, de Cemex; Héctor Saúl Ovalle, de Cococnal; además de Daniel Becker, de Banca Mifel.
Entre mensajes de cordialidad, la presentación del plan que inicia en 2021 y alcanzará las metas en 2022, destaca por la participación ya anunciada de las empresas mexicanas Ideal, de Grupo Carso; Coconal; Pinfra y la española Aldesa, las cuatro involucradas en diversos casos de favoritismo y corrupción en sexenios pasados.
Durante el acto, en el que hubo expresiones de reconocimiento al empresariado que no ejecutó despidos durante el parón económico por la pandemia, el presidente López Obrador expresó que hay buena relación con el empresariado, reconoció su papel en la generación de empleos y el desarrollo y crecimiento económicos, y expuso que, a lo que se oponía su administración, es a la corrupción que en su gobierno ya no ocurre.