Rodrigo Prieto: Un privilegio, retratar 'El irlandés”

sábado, 4 de enero de 2020 · 10:47
El cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto lleva cuatro colaboraciones con el realizador estadunidense-italiano Martin Scorsese: El lobo de Wall Street, Vinyl (serie de televisión), Silencio y, ahora, El irlandés para Netflix, filme de tres horas 29 minutos nominado por Mejor Fotografía en la 25 edición de los Critics’ Choice Awards (Premios de la Crítica Cinematográfica), que se entregarán el próximo 12 de enero. Para Proceso, Prieto desmenuza su pasión por la fotografía y lo divertido de rodar con Scorsese. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Rodrigo Prieto platica con Proceso, vía teléfonica, sobre El irlandés, favorita para varios críticos como Mejor Película de los premios Oscar: “Apliqué todo lo que he aprendido en mi carrera, ¡todito, porque los retos eran muy grandes! Ahora sí que la experiencia que tengo me ayudó mucho a resolver situaciones que iban ocurriendo durante la filmación. Parece que es más fácil cuando se trata de un largometraje con un presupuesto elevado (alrededor de 159 millones de dólares), y entonces el cliché es: ‘Ah, bueno, posees todos los ‘juguetes’ que necesitas como fotógrafo’; pero no es así, nunca es suficiente y siempre los requerimientos son mayores que el presupuesto, no importa cuál sea el número que haya disponible. Hubo muchas dificultades de iluminación y también de logística.” Sobre su nominación en los Critics’ Choice 2020 –que Alfonso Cuarón ganó como cinematógrafo este año– y en torno a que El irlandés sea parte de los premios Oscar, manifiesta: “A lo que le llaman awards season, la temporada de premios, es emotiva. Lo importante es que la gente vea la película y sienta lo que realiza el artista. Es lo que se busca: transmitir cosas que nos mueven y que las vea el público. ¡Claro, si nos dan premios es más divertido todavía! No es un deporte donde está claro que si metes gol ganas, pues aquí no hay puntuaciones. En los Oscar hay muchísimos miembros, entonces votan miles de personas con gustos distintos y son influenciables, existen campañas muy fuertes para atraer sus votos.” No es una “ciencia cierta”, explica, “a veces es casi una competencia de relaciones públicas más que realmente de si un trabajo es mejor que otro”; además, tampoco cree que una fotografía sea mejor que otras pues “es imposible comparar”. No obstante, la gala de los Oscar “ayuda a promover las cintas y eso está bien”.

“Escuché que pintas casas”

El irlandés consiguió mayor número de nominaciones en los Critics’ Choice Awards, 14 en total: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor (Robert De Niro), Mejor Actor de Reparto (Al Pacino y Joe Pesci) y Mejor Banda Sonora (el canadiense Robbie Robertson). La ceremonia será en el Barker Hangar de la costa de Santa Mónica, Los Ángeles. El guion de El irlandés –filme en el que participa otro mexicano como productor, Gastón Pavlovich– lo escribió Steven Zaillian (La lista de Schindler y Hannibal) basado en el libro de 2004 I Heard You Paint Houses (Escuché que pintas casas), de Charles Brant. La trama se centra en Frank Sheeran (De Niro), un veterano de la Segunda Guerra Mundial y luego camionero, quien se convierte en estafador y asesino. Se le atribuyen más de 25 crímenes (de allí el título “pintar casas”) relacionadas con el hampa. Al final de su vida recuerda que participó en el homicidio del sindicalista de camioneros Jimmy Hoffa. En Estados Unidos ha sido un misterio sin resolver porque Hoffa desapareció el 30 de julio de 1975. En la cinta de Scorsese vemos los mecanismos, las rivalidades y la conexión con las políticas del crimen organizado. Prieto nació el 23 de noviembre de 1965 en la Ciudad de México y ya ha sido nominado dos veces al Oscar por Secreto en la montaña, de Ang Lee, y Silencio. Estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). Trabajó en Sobrenatural, de Daniel Gruener; Fibra óptica, de Francisco Athié; Un embrujo; de Carlos Carrera; Amores perros, 21 gramos, Babel y Biutiful, de Alejandro González Iñárritu; La hora 25, de Spike Lee; Ocho millas, de Curtis Hanson; Frida, de Julie Taymor, más Comandante, Persona non grata y Alexander, de Oliver Stone. Considera un honor intervenir en otro largometraje de Marty Scorsese “con un tema que ha manejado en su filmografía acerca de los gánsters y el mundo de los italianos en Nueva York, o Filadelfia en este caso”. Detalla: “Es un mundo que Scorsese entiende y domina de la misma manera que los actores Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, protagonistas de la trama. ¡Y de pronto yo realizo la fotografía! Fue increíble para mí, porque además desde hace mucho tiempo he sido fan de este director de cine y de estos actores, desde el CCC. Hay quien dice que es el final de la trilogía de cintas con este tópico para Scorsese. Además, es un largometraje muy especial porque es como un recuento; una forma en la que Scorsese, persona ya mayor, mira su propia vida y trata de entender el significado de todo lo que ha realizado, a través de un personaje como el asesino Frank Sheeran, tan distinto a Scorsese. “Lo que me encanta de su cine es que muchas veces retrata personajes que podríamos juzgar y redimir como gente nefasta, verdaderamente monstruosa –como en Taxi Driver y Toro salvaje, ésta una de mis películas favoritas– y ahora con Frank Sheeran; sin embargo, Scorsese los mira sin romance, pero al mismo tiempo sin emitir juicios, y eso es muy único de Scorsese. Para mí fue un privilegio estar ahí y retratar esta película.” –¿Qué responsabilidad le causa laborar con Scorsese, ganador del Oscar por Los infiltrados en 2006? –Es una gran responsabilidad. Él es una persona muy generosa, lo mismo como director. Piensa en conceptos muy claros de cómo quiere filmar el largometraje; pero al mismo tiempo espera la participación creativa del equipo que él escoge. Así que me siento satisfecho artísticamente porque mi propuesta se encuentra en el largometraje. Escucha mis ideas y las aplicamos. Al mismo tiempo me encanta cómo rueda. Su lenguaje cinematográfico siempre me ha gustado mucho. Ejecutar los planos que diseña es muy emocionante, y después aplicar mi iluminación y mis planteamientos sobre textura, óptica, en fin, y ver el resultado, es fascinante y muy divertido. Prieto escoge la frase “porque además es divertido filmar con él”. Obviamente, apunta, “hay estrés, hay preocupación de si lograremos todo lo que nos estamos proponiendo en el día, siempre se halla la presión del tiempo, eso pasa en todas las películas, toditas, y El irlandés no fue la excepción, ocurren cosas imprevistas, y el plan siempre hay que ajustarlo, se debe poseer esa flexibilidad”, acentúa: “Y sí, es una responsabilidad grande porque el director es Martin Scorsese, por los actores que laboran y por las enormes expectativas de un filme como éste. Pero a la hora de filmar en el set, la verdad es que todo eso se me olvida; más bien lo que hago es tratar de resolver en el momento, eso toma toda mi energía, y la verdad es que lo disfruté mucho pese a los problemas y a los imprevistos que describo, porque me divertí.” –A diferencia de El lobo de Wall Street y Silencio, ¿cómo fue trabajar en El irlandés? –Como un examen final de fotografía, ¡aunque espero realizar muchos exámenes más en mi carrera! Rememora que cada día filmaban bastantes escenas y solían mudarse de un set o de una locación a otra, y construían muchas escenografías en el foro, lo cual hace difícil que los lugares den la apariencia de ser reales (“existen muchas escenas donde van manejando de un sitio a otro y los filmamos en un coche estático, utilicé unas pantallas gigantescas, básicamente como televisores, de tres metros y medio por ocho, lo que se ve atrás del carro es una proyección gigante, rodeamos el coche con estas pantallas, y lo que reflejan en sus gafas es la locación que se filmó anteriormente”). En cuanto a la tecnología creada para “rejuvenecer” actores, se elaboró un sistema de cámara que pudiera capturar la información y después, en efectos visuales, cambiaron los rostros de los actores (“se convirtió en una complicación grande, pero al mismo tiempo fue un reto muy interesante para toda la preproducción”).

Atrapando espectadores

Con buen ánimo, Prieto expone: “Es muy interesante cómo ha evolucionado la tecnología, pero la esencia es la misma. Mi labor es crear un viaje visual que afecte emocionalmente al espectador a través de la iluminación, el color, la textura y el movimiento. Eso es lo que hago con distintas técnicas. Mi objetivo siempre es el mismo: Tras leer un guión, hablo con el director y creamos un formato que se centra en el drama de la historia, la emoción que deseamos transmitir. Dónde se pone la cámara, cómo la mueves, qué óptica usas, cómo es la luz, cómo se siente la textura... “Si es efectiva la fotografía, no te das cuenta. En mi opinión, simplemente te transporta y emociona. Lo mismo el texto y la edición, en fin. En todas las técnicas que utiliza el cine su finalidad es meter al espectador a la historia, capturarlo. Trato de mantenerme lo más vigente posible en conocimientos técnicos y tecnológicos, pero lo que me interesa es cómo puedo aplicar eso en el arte de la cinematografía.” –Con el avance tecnológico, ¿un cine­fotógrafo puede crear un estilo? –Hay un punto de vista del fotógrafo y la tecnología no es más que una herramienta para apoyar ese punto de vista. Tal vez me equivoque, pero creo que no se nota tanto un estilo mío, porque a cada película trato de darle su propio sello. Obviamente, poseo un gusto particular, pero intento que cada historia tenga su forma y emane de la emoción que siento al leer un guion; cómo ve el director el relato y qué le mueve de esos personajes, eso es lo primero. Y lo segundo es cómo lo veo y siento yo. En realidad, es una amalgama de las visiones del director, del fotógrafo, del diseñador de producción y del vestuario, así como de todos los demás departamentos. –¿Ha sido complicado desarrollar su carrera en Estados Unidos? –Siempre es un desafío salir adelante en dónde estés, pero tuve la fortuna de que en México llevé una carrera con nueve películas que realicé antes de mudarme, y después de Amores perros, a Los Ángeles. No sabía qué pasaría pero poseía un reconocimiento con una serie de filmes. Si a un director o a un productor les interesaba laborar conmigo, había a quién preguntarle sobre mí, y empezaron a surgir oportunidades en Estados Unidos. Tuve suerte. –¿Cómo desea destacar como cinefotógrafo? –Desde que tengo uso de memoria, no he planeado mucho con respecto a mi carrera, simplemente he ido efectuando lo que me gusta realizar. Lo hago, lo disfruto y voy dejando un poco que la corriente me lleve, con mi impulso también, porque yo voy remándole duro, pero no es algo como “quiero llegar a tal sitio”. No poseo un objetivo claro, simplemente mi propósito hoy es preparar bien la siguiente película o terminar bien la que acabo de hacer. Me importa mi familia por supuesto, ¡eso es lo principal! Destaca que posee proyectos personales para dirigir, pero no es su objetivo. Ataja Prieto, “no quiero convertirme en director, ser cinefotógrafo no es un paso para ser director. Me gusta dirigir, he dirigido un par de cortometrajes y los he gozado mucho; realicé hace poco uno que se llama R&R que se encuentra en YouTube, sobre las prisiones y las pandillas de los llamados sureños en California, fue muy interesante meterme a ese mundo, conocer a gente y escribir la historia, todo ello es agregarle a la creatividad de la fotografía, que me encanta. La dirección es algo que intento seguir haciendo, pero no quito el dedo del renglón de la fotografía, la cual es mi pasión (ver: https://youtu.be/yB0GuOB4ZNs). El irlandés competirá por los premios de la Sociedad de Editores de Cine de Estados Unidos (ACE) el 17 de enero en Beverly Hilton de Los Ángeles. Para Los Globos de Oro, a entregarse el 5 de enero (también en Beverly Hilton), peleará por cinco nominaciones, Mejor Película de Drama, Mejor Director, Mejor Guión y Mejor Actor de Reparto (Pacino y Pesci). En tanto, Marty Scorsese prepara Killers of the Flower Moon (“Asesinos de la luna de las flores”), basado en el libro homónimo del periodista David Grann. Lo filmará en marzo del 2020 con De Niro y Leonardo DiCaprio. El director de fotografía será de nuevo Prieto en su quinta participación con Scorsese. La cinta narra los asesinatos de la tribu Osage en Oklahoma, a principios de los años veinte, ya que en sus tierras se encontraba uno de los depósitos de petroleo más grandes de Estados Undos. Eso impulsó la creación del FBI para investigar el caso. Esta entrevista se publicó el 29 de diciembre de 2019 en la edición 2252 de la revista Proceso

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