CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A un año de la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que aún continúa operando el huachicoleo en dicha entidad. En conferencia de prensa matutina, el mandatario señaló que el problema se expandió desde “los de arriba” hasta los pobladores, en una cadena de ilegalidad operada con delincuentes y con una base social.

“Los jefes de las bandas se llevan pipas y la gente recoge el combustible que se queda en las zanjas por donde pasan los ductos, lo venden para sobrevivir, con la tolerancia de las autoridades”, dijo.

Esa actividad, dijo, fue lo que causó la tragedia de hace un año. “A pesar de eso, todavía seguimos padeciendo de este robo, ya no como antes, pero sigue habiendo huachicol en Hidalgo. Es el estado con más tomas clandestinas, seguido del Estado de México.”, señaló. A un año de ese suceso que dejó 137 muertos --69 en el lugar y 68 en hospitales— y 194 menores huérfanos, el mandatario tabasqueño, admitió que ha sido el episodio más triste desde que asumió el poder.

“Fue muy lamentable lo que sucedió, pero tenemos el compromiso de seguir atendiendo las causas de fondo, sobre todo la desatención, el abandono a la gente, a los pueblos, familias, a los jóvenes”, indicó.

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