La casa de Zhenli Ye Gon es subastada en $102 millones; se desconoce al comprador
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx)Recargado en una valla, a un costado del cerco que rodeaba la carpa dispuesta para el evento en lo que fuera la residencia presidencial de Los Pinos, al señor José de Jesús Hernández se le veía perplejo. Escuchaba, entre la atención y el desconcierto, la descripción de la casa.
La voz era de Ricardo Rodríguez Vargas, titular del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), que detalló para la prensa los lujos de la propiedad que dos sexenios atrás se incautó al empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon.
Estilo francés, mil 218 metros cuadrados de superficie y mil 566 de construcción en cuatro niveles construidos con mármol, salón de fiestas para 200 personas, cava, jardines, terrazas, elevador, fuentes, planta de luz, alberca con domo, spa, garaje para ocho vehículos, y un largo etcétera.
Precio de salida: 95 millones 483 mil 510 pesos. Dirección: Sierra Madre número 515, Lomas de Chapultepec, a unas cuadras de la llamada Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, en el mismo vecindario donde decidieron vivir algunos de los más importantes funcionarios de su gobierno como Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Enrique Miranda Nava y Jesús Murillo Karam, entre otros.
“Esperamos una fuerte e intensa puja. Un valor por ahí de los 120 millones ya sería un muy buen valor. Un margen de entre 120 y 150 sería una excelente cantidad recaudada”, calculó Rodríguez Vargas, que dirige lo que al presidente López Obrador le gusta llamar Instituto para devolver al pueblo lo robado.
Don José de Jesús no lo podía creer. Se topó con la subasta visitando lo que hoy es el Centro Cultural Los Pinos, distracción a la que recurre los fines de semana que no puede ir a visitar a la familia que lo espera en su pueblo, en Santa María Zaniza, Oaxaca. “Ciento cincuenta millones por una casa”, dejó ir entre entre un suspiro.
-Increíble, ¿no es cierto?, le lanzó el reportero.
A lo que respondió con otra pregunta escéptica:
-¿Quién puede pagar eso?
Rodríguez Vargas había hablado de que “el señor presidente” había hecho un llamado a empresarios “con una vocación social” a comprar la casa y destinarla a fundaciones presuntamente benéficas.
En trascendidos periodísticos se especuló que cuatro de los siete participantes que pagaron una garantía de un millón de pesos para participar en la contienda fueron los empresarios Ricardo Salinas Pliego, Alfredo Harp Helú, Carlos Hank y Olegario Vázquez Raña, pero eso no saciaba del todo la incredulidad de Don José.
La recaudación por la subasta de la casa no alcanzó las expectativas del gobierno federal, que el presidente Andrés Manuel López Obrador comprometió para entregar becas a los 544 atletas mexicanos que participan en los Juegos Panamericanos de Lima.
Finalmente, tras cinco minutos de puja entre nada más que dos participantes –a través de emisarios, uno de ellos vía telefónica- sonó el martillazo final a la suma de 102 millones de pesos, entre un 20 y un 50 por ciento menos de lo que el titular del SAE consideraba un éxito. Solo cuatro de 25 propiedades subastadas lograron venderse.
Aún no se sabe quién pagó el inmueble que se hizo famoso con su aseguramiento en 2007 por parte de la entonces PGR, donde encontraron 205 millones de dólares, 201 mil euros, 17 millones de pesos, lingotes de oro, joyas, obras de arte y un piano valuado en más de cuatro millones de pesos -todos recursos presuntamente relacionados al tráfico de pseudoefedrina, precursor químico utilizado en la elaboración de drogas sintéticas.
Se sabe que su antiguo dueño, Zhenli Ye Gon, preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, interpuso un amparo para dejar sin efecto la venta en la subasta y negó los datos oficiales pues, según él, cuando el gobierno de Felipe Calderón allanó su residencia no había 205 millones de dólares: había 275 (Proceso 2232). José de Jesús tampoco pudo asimilar ese dato.
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