CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Procuraduría General de la República (PGR) realizó evaluaciones médico-psicológicas a ocho personas relacionadas con la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl isidro Burgos”, ocurrida el 26 septiembre de 2014, y detalló que dos arrojaron resultados coincidentes con los hechos.
En un comunicado, la dependencia destacó que los Servicios Periciales adscritos a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) integraron los dictámenes correspondientes a cada una de las personas a quienes se aplicó el Protocolo de Estambul o evaluaciones Médico y Psicológicas Especializadas para Casos de Posible Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes.
Precisó que mediante análisis científico-técnico se determinó que seis no presentan lesiones que pudieran ser compatibles con posibles maniobras de tortura física, y tampoco revelan datos ni manifestaciones que pudieran corresponder con tortura psicológica.
Se trata de Alberto Aceves Serrano, Darío Morales Sánchez, Edgar Magdaleno Navarro Cruz, Leodan Fuentes Pineda y/o Leodan Pineda Fuentes, Óscar Augusto Pérez Carreto y Verónica Bahena Cruz.
Respecto de la evaluación científico-medica realizada a Felipe Rodríguez Salgado, ésta arrojó que presenta algunas lesiones que pudieran tener correspondencia con ciertas maniobras o acciones de tortura física.
Según la PGR, Rodríguez Salgado se negó a que se le realizará la evaluación psicológica obligatoria, tal como lo establece el Protocolo de Estambul.
En el interrogatorio, Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, acusado de participar en la incineración de los normalistas, aseguró no sentir remordimiento por la muerte de los normalistas de Ayotzinapa, ya que los estudiantes –aseguró– eran sicarios que trabajaban para el grupo antagónico de Los Rojos.
En el caso de Edgar Vieyra Pereyda, en el análisis científico-médico también se ubicaron algunas lesiones que pudieran tener correspondencia con ciertas maniobras o acciones de tortura física, destacó la PGR.
El procesado aceptó la aplicación de la evaluación psicológica, y se determinó que no presenta reacciones, ni clasificaciones de diagnóstico establecidas en víctimas de un evento de tortura, de conformidad con lo que establece el Protocolo de Estambul.
Vieyra Pereyda, expolicía del municipio de Iguala, fue detenido el 29 diciembre 2014, acusado de estar coludido con el grupo de Guerreros Unidos en la desaparición de los normalistas.