Pese a ser de los más buscados por la PGR, exjefe policiaco de Iguala nunca salió de ahí en 2 años
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante dos años, Felipe Flores Velázquez, exsecretario de Seguridad Pública de Iguala, fue supuestamente uno de los más buscados de la Procuraduría General de la República (PGR) por su presunta responsabilidad en el ataque y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sin embargo, desde su segunda declaración ministerial, rendida el 28 de septiembre de 2014 ante la Fiscalía General de Guerrero, y pese a la orden de aprehensión en su contra, se mantuvo oculto en Iguala. Nunca salió de ahí y el gobierno de Enrique Peña Nieto no fue capaz de encontrarlo sino hasta el pasado viernes 21.
Apro pudo hablar con fuentes cercanas al exjefe policiaco, quienes señalaron que durante todo ese tiempo Flores Velázquez se mantuvo aislado y encerrado, aunque tenía acceso a las noticias para seguir la evolución del caso. Los informantes dijeron que personas conocidas le llevaban comida y dinero periódicamente.
El exsecretario de Seguridad de Iguala es considerado pieza clave en el caso de los 43 normalistas desparecidos. La PGR lo acusa de haber estado al servicio del grupo criminal Guerreros Unidos.
De acuerdo con la declaración ministerial del entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infatería, la noche del 26 de septiembre de 2014 él se comunicó con Flores Velázquez para preguntarle si había algún problema con los estudiantes. Éste lo habría negado.
Sin embargo, Flores Velázquez dijo que Rodríguez Pérez se negó a darles apoyo la noche de los hechos con el argumento de que no tenía personal.
El Consejo Nacional de Seguridad anunció el pasado 21 de octubre que Flores Velázquez fue detenido a las 7 de la mañana de ese día cuando salía del domicilio donde vive su familia en la Unidad Fovissste, en Iguala. Agregó que fue un trabajo de inteligencia y que en el operativo participó la Marina y la Policía Federal.
Sin embargo, testigos de los hechos afirman que la aprehensión fue a las 6 de la mañana en un domicilio ubicado al lado opuesto de Iguala, sin orden de presentación ni cateo. Por el contrario, agregan que los elementos de la PF entraron al domicilio con el pretexto de que recibieron información de que ahí había gente secuestrada.
–Ya está aquí la Policía, ¿qué va a hacer usted?, le preguntó una persona al exjefe policiaco.
–¡Hasta aquí!, contestó. Dijo que ya estaba cansado de esconderse y que la idea era finalmente entregarse cuando se hubieran “calmado las aguas”.
De acuerdo con la versión obtenida, en la captura nunca hubo participación de la Marina ni el Ejército y ésta se hizo sin violencia.
Hasta ahora, Flores Velázquez se ha negado a declarar en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO). En el juzgado a donde fue presentado ratificó las declaraciones rendidas ante la Fiscalía General de Guerrero el 27 y 28 de septiembre de 2014.
Tras pocas horas en las oficinas de la SEIDO, fue internado en el penal de máxima seguridad Cefereso No. 1 en Almoloya de Juárez.
La presunta detención ilegal de Flores Velázquez se suma a otras relacionadas con el caso, mismas que son objeto de investigación por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la propia PGR.