MÉXICO, D.F., (apro).- Una de múltiples propiedades que construyó en el sexenio lópezportillista el entonces jefe de la policía capitalina, Arturo Durazo Moreno, pasará a manos de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Se trata del llamado popularmente Partenón de Durazo, que se erigió en 1982 sobre una superficie de 20 mil metros cuadrados en uno de los más importantes puntos turísticos del estado de Guerrero, Zihuatanejo. En aquel tiempo el costo de la obra fue de 700 millones de pesos.
“Nos han ofrecido El Partenón, escúchenlo bien. Es el signo de la corrupción en este país, algo que todos sabemos que ya no debe ocurrir en México, nos están haciendo la oferta y la hemos aceptado”, presumió el rector de la UAG, Ascencio Villegas Arrizón
En una gira de trabajo con el gobernador Ángel Aguirre Rivero, el funcionario universitario explicó que ante tal ofrecimiento solicitó al director de la Unidad Académica de Turismo que le haga un proyecto para utilizar las instalaciones del Partenón, para cuya construcción Durazo se apoderó de ilegalmente de terrenos ejidales.
“Le he pedido al director de la Unidad Académica de Turismo en Zihuatanejo que elabore una propuesta para ver cuál es el uso que le vamos a dar, para que le sirva a los profesores para capacitar bien a los estudiantes en esa actividad, para que le sirvamos desde ahí al pueblo de Guerrero”, puntualizó.
La administración central de la UAG sólo espera que se redacte una propuesta de convenio en la que participen el gobierno estatal y el municipio, para que se proceda a la firma correspondiente y, luego de los trabajos de rehabilitación, se le dé utilidad a las instalaciones.
El Partenón, ubicado en el camino de la playa La Ropa, hacia la playa La Madera, es administrado actualmente por la Promotora de Turismo (Protur), que sostiene un litigio con la familia del extinto amigo del expresidente López Portillo.
En su época de funcionario del gobierno lopesportillista, El Negro Durazo construyó, además del Partenón, dos mansiones en las faldas del Ajusco, al sur de la Ciudad de México.
Una de estas mansiones, que se ubica en la carretera libre a Cuernavaca, aproximadamente en el kilómetro 24.5, contaba con hipódromo, galgódromo, caballerizas, helipuerto, lagos y una discoteca, copia fiel del famoso Studio 54 de Nueva York.
La otra mansión era un chalet suizo, y la única vía de acceso era por helicóptero.
En 1982, como consecuencia de la campaña de Renovación Moral del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, El Negro cayó en desgracia, junto con el director de Petróleos Mexicanos, Jorge Díaz Serrano, quien permaneció en la cárcel cinco años, de 1983 a 1988.
Antes de ser aprehendido, Durazo huyó del país, pero el gobierno de Estados Unidos, que también lo buscaba por tráfico de drogas, lo arrestó en Costa Rica en 1984 y lo deportó a México dos años después.
En México permaneció en la cárcel seis años, pese a que debía cumplir una condena de 16 años. Fue acusado de acopio de armas, evasión fiscal y homicidio múltiple.
Las tres mansiones del extinto jefe policiaco fueron expropiadas. La principal y el chalet del Ajusco pasaron a ser propiedad de la delegación Tlalpan, en tanto que el Partenón se lo quedó el municipio de Zihuatanejo, Guerrero.