"El Azul", otro capo protegido
Un legajo que permanece “enterrado” en la Procuraduría General de la República contiene información clave sobre uno de los principales capos del narco en México: Juan José Esparragoza Moreno, El Azul. Agentes de esta dependencia realizaron indagaciones desde 2002 y lograron ubicar domicilios y personas que pudieron darle refugio a ese mando del cártel de Sinaloa; pero de pronto algún alto funcionario federal ordenó suspender la investigación…
En 2002, 15 meses después de la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán del penal federal de Puente Grande, Jalisco, la Procuraduría General de la República (PGR) emprendió la búsqueda de varios exintegrantes del cártel de Juárez que se habían aglutinado bajo el liderazgo del capo sinaloense.
Por aquellos años la PGR había confirmado que El Chapo pretendía conformar una gran organización criminal con el objetivo de monopolizar el negocio del tráfico de drogas en el país. Más tarde se confirmó que dicha agrupación se llamaría La Federación de Narcotraficantes y que estaría formada por varios cárteles.
Se supo también que el artífice de esa estrategia era nada menos que Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, un capo de bajo perfil y con amplia capacidad para negociar conflictos entre organizaciones rivales, quien fue una pieza clave para proteger al recién fugado Guzmán Loera en aquellos azarosos días.
Al confirmarse que El Azul era el estratega del plan, en la PGR se conformó un grupo especial con policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI), quienes comenzaron a seguir los pasos de Esparragoza Moreno en varios estados a fin de ubicarlo, desarticular sus redes y detenerlo.
Sin embargo, cuando la investigación estaba casi concluida, una orden superior frenó la indagación y el expediente fue celosamente archivado en la PGR. Nadie más siguió las indagaciones y el documento se mantiene bajo resguardo hasta la fecha. (Extracto del reportaje que se publica esta semana en la edición 1834 de la revista Proceso, que ya está en circulación)