El "Watergate" del campeonato mundial
México, DF, 9 de octubre (apro) - En septiembre 23 comenzó el encuentro que reunificaría finalmente el título mundial de ajedrez Por un lado está el campeón mundial (no oficial) de ajedrez clásico, el ruso Vladímir Krámnik, quien le arrebató el título a Garry Kaspárov en el match que se jugó en Londres en el 2000 (pero que el organismo rector del juego ciencia no reconoce), y por el otro se encuentra el búlgaro Veselín Topálov, campeón oficial de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), quien obtuvo el título a fines del 2005, en San Luis, Argentina, en un extraordinario torneo en que se demostró como el mejor, sin lugar a dudas
Así, las dos primeras partidas las ganó el ruso En la primera, Topálov no quiso repetir jugadas y arriesgó demasiado De esta manera, gracias a una sólida defensa de Krámnik, se hizo del punto En el segundo encuentro, Topálov salió con todo y logró una posición ganadora Es más, no vio que daba un mate en dos jugadas y empezó a errar de plan, hasta que de nuevo se encontró contra las cuerdas Una vez más, Krámnik hizo gala de su técnica finalista y volvió a vencer De esta manera, en este match tan corto el ruso ya iba 2 a 0 en las primeras dos partidas
El esquema cambió poco en las siguientes dos partidas, en que Topálov arriesgó más pero finalmente Krámnik pudo capotear los temporales respectivos y se concedieron, en ambas partidas, sendos empates De esta forma el encuentro quedó en 3-1 y se esperaba con ansias la quinta partida El estilo sin compromisos de ambos jugadores, pero particularmente de Topálov, hacen del ajedrez algo más que un juego interesante Al hombre de Bulgaria parece no importarle la derrota y quizás no mide a veces los riesgos, pero hace un ajedrez fantástico, profundo, digno del mejor análisis
Sin embargo, antes de esta partida, el segundo de Topálov, Silvio Dainalov, mandó una carta de protesta a la organización, indicando que ?de acuerdo con los vídeos de la sala de descanso? con la que disponen ambos jugadores, el ruso ¡había ido en la última partida alrededor de 50 veces al baño! Y eso, al menos a los ojos del campeón de la FIDE, era más que sospechoso (Dainalov hizo incluso un análisis de los tiempos que tardó Krámnik en cada ida a los lavabos) Como, evidentemente, no hay cámaras de vídeo dentro del baño, la sospecha implícita es que Krámnik podría estarse ayudando de computadoras o de comunicación externa para jugar las partidas Pero que conste, la protesta búlgara no dice nada de eso, sino que simplemente indica que es muy irregular que el ruso tenga que ir 50 veces al baño en una partida de alrededor de 60 jugadas Igualmente, el segundo del equipo búlgaro en Elista, Kalmykia, aclara que su representado (Topálov), pasa la mayor parte sentado en el tablero y que, si se cuentan sus idas a los sanitarios, no pasan de una decena en el peor de los casos
El comité organizador vio con sensatez la protesta y decidió cerrar los baños de cada jugador, obligándolos a ir a los sanitarios públicos (que serían cerrados al respetable) para que los contendientes pudiesen usarlos Krámnik entonces protestó En su carta de respuesta, dijo que la decisión sobre los baños fue unilateral De acuerdo con los estatutos del encuentro, cuando hubiese alguna disputa, la que fuera, tendría que discutirse con los representantes de ambos jugadores Eso no pasó en este caso y, en consecuencia, el ruso se negaba a continuar el match hasta que abriesen los baños de cada salón de descanso de los jugadores Por su parte, el árbitro del evento puso en marcha el reloj de Krámnik en la quinta partida, pero el ruso no se presentó y formalmente perdió por incomparecencia Ahora sí la crisis del Watergate ajedrecístico estaba en su peor momento
Al momento de escribir esto, el encuentro no ha sido reanudado El presidente de la FIDE (y de Kalmykia), Kirsan Ilyumzhinov, habló con los jugadores por separado y mandó un par de comunicados de prensa que el match se reanudaría, aunque no aclaró si en la quinta o sexta partida Es decir, no se sabe si Topálov va a aceptar jugar esa quinta partida o bien, reclamará el punto, pues Krámnik no quiso jugarla Por su parte, el ruso sin duda no continuará el match si Topálov insiste en tener ese punto en su contabilidad sin haberlo jugado realmente
La comunidad ajedrecística internacional está verdaderamente azorada de este escándalo absurdo Puede ser irregular que un jugador en una partida vaya tantas veces a los sanitarios, pero prohibido no está ¿Está diciendo con ello Topálov que le están haciendo trampa? Lo lamentable de todo este asunto es que el mundo del ajedrez una vez más se da un tiro en su propio pie, porque por un lado desmerece la imagen de los ajedrecistas, seres supuestamente pensantes, en donde cabe el raciocinio y la inteligencia Por otra, como bien se pregunta el gran maestro John Nunn: ¿después de estas actuaciones vergonzosas, qué empresario querrá patrocinar algún evento de ajedrez de alto nivel?