Tomo X: Inéditos, álbum fotográfico, cronología, índices, de Ricardo Garibay

lunes, 11 de abril de 2005 · 01:00
México, D F, 11 de abril (apro)- Hemos seguido la labor que Conaculta, la editorial Océano, y a su vez el consejo y el fondo estatales para la Cultura y las Artes de Hidalgo han realizado en memoria de este escritor polémico y un tanto despreciado, el espléndido narrador Ricardo Garibay, al ir publicando sus Obras Completas Como Vicente Leñero lo dibujara inmejorablemente en el prólogo general, Garibay era un hombre que gustaba de hacerse de enemigos, de ahí un poco ese desprecio Ahora que aparece el Tomo X, un volumen extraño, variado, interesante, reproducimos una de las 9 cartas a Minerva (su esposa), la número 6: Carta 6 Varias veces pregunté ¿qué sientes por mí? Tú no contestabas y no había modo de arrancarte las palabras Si yo no amo a Amalia, y Amalia quiero oír que la amo y me pregunta ¿qué sientes por mí?, yo tengo que decirle a Amalia Así estaba viviendo tu silencio obstinado Y, sin embargo, volvía a preguntar y pensaba: me estoy exponiendo a lo peor (lo peor sería tu indiferencia o una tibia emoción, que se parece a la indiferencia) Pero algo sucedía adentro, algo me decía: pregunta, querido amigo, pregunta --¿Qué sientes por mí? Estabas sentada sobre tus talones, los muslos juntos Sonreías, te aseriabas, sonreías --Ay, Garibay No me preguntes Vívelo Deja que fluya No me pidas Deja que se dé Déjate sentir lo que siento ¿Qué sientes…? --No No me la voltees Tú dime: ¿qué sientes por mí? --¡Garibay! --Acércate --Estábamos sobre la alfombra Entreabriste los labios Nos besamos Pensé: ah, va de veras Y nos besábamos Te apartaste un poco, muy poco Estarías a cinco centímetros de distancia Y ahí dijiste: Te amo Algo como un hondo alivio emergió en mí, y pensé la palabra orégano Orégano, pensé --¿Sabes qué acabas de decir? --Sí --Qué --Te amo --Qué --Que te amo Lo dije, sí, te amo --Repítelo --No --Dímelo de nuevo --No Ya lo dije --Di: te amo Dilo --Te amo Las palabras, tan veloces, nos salían calladas Nadie habría podido oírlas Y nos besábamos Me enlazabas Subí mis manos a tu cara Tenté las colinas de tus mejillas, que se ahondaban hacia tu boca Dibujé con mi lengua tus labios Dibujaba lento con mi lengua tus labios Mi lengua dibujante Y te dije: --Te amo --¿De veras? --dijiste-- Y pensé: es necesario decirle María, llamarla María, porque es el nombre que yo he creado para ella Ella es María Nadie más es María Luego, entre burlas y veras, pregunté: --Sí pues, si me amas… ¿eres persistente o veleidosa? --¡Garibay, hice dos carreras universitarias! --¿Qué leña tiene que ver…? --¡Dos carreras universitarias contra toda mi historia personal! En la primera obtuve nueve punto ocho, sólo Miguel me superó; y en la segunda tuve el máximo, lo máximo Soy persistente, soy perseverante Y al día siguiente tuve esta experiencia: releía Las afinidades electivas cuando comencé a ver un campo de orégano De niño estuve alguna vez en un campo de orégano El orégano se da silvestre y entre matojales Ahora caminaba yo ese campo de orégano Tú ibas y venías ahí Te vi con mis ojos Ibas y venías Mañana de luz amarilla y de repente color miel Me sacudió un intenso olor a orégano Estoy al escritorio, y siento: bueno, es natural Pero en este momento abre la puerta María, mi hija, y entra diciendo: --Huele mucho a orégano Un frío repentino y total Después recordé que había dicho: --Sí pues Es que fui y vine

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