Unicef
UNICEF condena el secuestro de cientos de alumnos en una escuela católica en el oeste de Nigeria
Subraya que "los niños nunca deben ser objetivo de la violencia" y habla de "violación brutal" de los derechos de la infanciaMADRID, (EUROPA PRESS) - El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) condenó con firmeza el reciente secuestro de cientos de niños y profesores en una escuela situada en el estado nigeriano de Níger, en el oeste del país, días después del rapto de otras 25 niñas en otro asalto contra un centro educativo en Kebbi (noroeste), y ha reiterado que "los niños nunca deben ser objetivo de la violencia".
"Los niños nunca deben ser objetivo de la violencia, y las escuelas deben ser lugares seguros donde niñas y niños puedan aprender sin miedo", ha afirmado el director regional de UNICEF para África Occidental y Central, Gilles Fagninou, quien ha subrayado que "el secuestro de estudiantes y de sus docentes es una violación brutal y grave de los derechos de la infancia y un ataque estremecedor contra su seguridad y su educación".
"Hacemos un llamamiento a todos los actores para garantizar la liberación inmediata y segura de cada niño, niña y educador secuestrado", ha destacado Fagninou. "Los niños de Nigeria necesitan protección. Las comunidades deben poder enviar a sus hijos e hijas a la escuela con la certeza de que regresarán a casa sanos y salvos", recalcó.
UNICEF ha recordado que Nigeria respaldó en 2015 la Declaración sobre Escuelas Seguras, que establece pasos concretos para salvaguardar el carácter civil de las escuelas y universidades y asegurar el acceso seguro de los estudiantes a la educación durante los conflictos, al tiempo que ha pedido a todas las partes que continúen los esfuerzos para aplicar el documento en su totalidad.
En este sentido, el organismo destacó que trabaja con las autoridades, la sociedad civil y las comunidades para fortalecer los sistemas de protección infantil y promover entornos de aprendizaje seguros e inclusivos en todo el país, algo que describe como "esencial" para prevenir futuras violaciones y proteger mejor a la infancia.
El asalto perpetrado el 21 de noviembre contra la Escuela Católica St. Mary de Papiri, en el estado de Níger, se habría saldado con cerca de 300 estudiantes y doce profesores secuestrados, si bien el obispo de la diócesis de Kontagora, Balus Dauwa Yohanna, afirmó el domingo que unos 50 habrían logrado escapar entre el viernes y el sábado, un extremo confirmado por el presidente nigeriano, Bola Tinubu.
Las comunidades cristianas han sido objetivo de ataques en numerosas ocasiones en Nigeria, pero expertos apuntan a que la mayoría de las víctimas de los grupos armados en el país son musulmanes, puesto que gran parte de los ataques ocurren en la zona noreste del país, de mayoría musulmana y donde operan principalmente Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA).
Sin embargo, durante los últimos años se ha registrado un repunte de la inseguridad en otras zonas del centro y el oeste del país, en la mayoría de los casos relacionadas con bandas armadas y redes criminales que recurren al secuestro como medio para financiar sus operaciones, lo que ha hecho saltar las alarmas y ha llevado a las autoridades a intentar reforzar su despliegue de seguridad.