Chile

Los electores chilenos, entre el comunismo del siglo XXI y la extrema derecha

El escenario más probable es que Jara y uno de los dos candidatos hombres de extrema derecha –Kast o Kaiser– pasen a la segunda vuelta para decidir quién será la persona que gobernará Chile los próximos cuatro años, en reemplazo del mandatario izquierdista Gabriel Boric.
sábado, 15 de noviembre de 2025 · 16:49

BOGOTÁ (apro) .- Los votantes chilenos acudirán a las urnas este domingo para participar en la primera vuelta de los comicios presidenciales, en los cuales participan Jannette Jara, militante del Partido Comunista, y quien encabeza todas las encuestas, y los candidatos de extrema derecha José Antonio Kast y Johannes Kaiser.

Otra opción es la aspirante centroderechista Evelyn Matthei, quien ha buscado posicionarse como una figura moderada frente al radicalismo ultraconservador de Kast y Kaiser.

Durante la jornada, 15.7 millones de chilenos habilitados para votar deberán elegir, además, 155 diputados y 23 senadores.

Si bien los sondeos anticipan que la comunista Jannette Jara será la candidata presidencial más votada este domingo, las mismas mediciones indican que no alcanzará la mitad más uno de los votos que se necesitan para triunfar en la primera vuelta y evitar una segunda ronda el próximo 14 de diciembre.

De esta manera, el escenario más probable es que Jara y uno de los dos candidatos hombres de extrema derecha –Kast o Kaiser– pasen a la segunda vuelta para decidir quién será la persona que gobernará Chile los próximos cuatro años, en reemplazo del mandatario izquierdista Gabriel Boric.

La maestra en ciencias políticas Daniela Campos Letelier dice a Proceso que en una segunda vuelta entre Jara y Kast sería este último quien lleve la ventaja porque los votantes de Matthei y Kaiser difícilmente apoyarían a la aspirante comunista, que en realidad representa a una coalición de partidos preponderantemente socialdemócratas que nada tiene que ver con el viejo comunismo soviético.

Campos Letelier, profesora de la Universidad Andrés Bello (Unab) en Santiago, Kast pasaría a la segunda ronda junto con Jara y, en ese escenario, es el que más probabilidades tendría de ser electo presidente, “aunque Kaiser podría dar una sorpresa porque es el candidato que en las últimas encuestas ha ido subiendo”.

Kast, un derechista duro que promete, como el mandatario estadunidense Donald Trump, cerrar las fronteras la inmigración de indocumentados, tiene alrededor del 20% de las preferencias, unos 10 puntos menos que Jannette Jara, postulada por una amplia alianza de centroizquierda con los partidos afines al gobierno de Boric, entre ellos los de la antigua Concertación.

Las últimas encuestas de octubre ubicaban al libertario radical Johannes Kaiser, considerado el Javier Milei chileno, en el tercer lugar, con entre 14% y 20% de intención de voto, porcentajes similares a los de la centroderechista Matthei.

En la recta final de la campaña, los candidatos presidenciales apostaron a captar el voto de los indecisos, que según las encuestas ronda el 20%.

La profesora Campos Letelier considera que Kaiser no debe ser descartado. Dice que, en el último debate preelectoral, realizado el lunes pasado, fue uno de los candidatos que mejor se desempeñó y ha sido más incisivo que Kast, el otro abanderado de extrema derecha.

 

Seguridad y migración, los temas

Múltiples estudios de opinión indican que la criminalidad es la mayor preocupación de los chilenos, a pesar de que el país es uno de los más seguros de América Latina, y que en segundo lugar figura la inmigración, lo que ha llevado a los candidatos a mostrarse duros e implacables para combatir ambos fenómenos con firmeza y determinación.

Una medición de la consultora Criteria encontró que el 68% de los chilenos considera a los inmigrantes un problema y un 90% cree que las leyes migratorias son tolerantes o demasiado tolerantes.

Además, las tres cuartas partes de los entrevistados considera que la inmigración aumenta el crimen organizado y alienta el tráfico de drogas.

Según cifras oficiales, en Chile, que tiene una población de 20.2 millones de habitantes, viven 337 mil extranjeros indocumentados, la mayoría venezolanos.

Hasta la abanderada de la centroizquierda, Jannette Jara, tiene propuestas para enfrentar la inmigración de indocumentados con medidas punitivas, como destinar más carabineros (policías) y militares al control migratorio.

Los ultraderechistas Kast y Kaiser y la centroderechista Matthei han propuesto políticas de seguridad y control migratorio que se inscriben en la lógica de “mano muy dura”, con énfasis en el control fronterizo, la penalización del ingreso de indocumentados y el fortalecimiento de la policía de Carabineros y las Fuerzas Armadas.

Kast busca convertir la inmigración indocumentados en delito y encarcelar a los supuestos infractores antes de expulsarlos del país, mientras que Matthei promete “mano durísima” contra el crimen organizado, endurecer las penas, aumentar las facultades de la policía y mayor coordinación interinstitucional.

Kaiser, candidato del Partido Nacional Libertario, incluso propone enviar a delincuentes extranjeros con antecedentes penales a la megacárcel construida en El Salvador por el presidente Nayib Bukele.

También respalda usar toda la fuerza del Estado contra "una banda o un grupo terrorista", como ocurrió el mes pasado en Río de Janeiro, donde un operativo policiaco en las favelas contra el grupo criminal Comando Vermelho dejó 117 personas muertas.

 

Campaña mediocre

Para la directora de Latinobarómetro, Martha Lagos, la campaña electoral se ha caracterizado por “la mediocridad y la pobreza discursiva” de los candidatos, quienes se enfrascaron en una competencia de propuestas de políticas públicas para enfrentar problemas como la seguridad, la inmigración y la salud, pero faltó una visión de país.

Dice que, además, se trató de una campaña basada en el opositor. Kast, señala, culpó a Jara –quien fue ministra del Trabajo en el gobierno de Boric– de todos los problemas de Chile, mientras Kaiser desarrolló un discurso “autoritario, autocrático, rabioso y con un tono terrorífico”.

De acuerdo con la experta en opinión pública, los dos candidatos de extrema derecha decidieron utilizar como estrategia las debilidades de la gente frente a temas sensibles, como la migración y la inseguridad, “y no se trasparentaron como realmente son”.

Es un hecho que la tasa de homicidios se triplicó en Chile en la última década y llegó a 6 por cada 100 mil habitantes en 2024. Pero esa cifra está muy por debajo del promedio latinoamericano. Pero la percepción supera la realidad.

Según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), el año pasado el 87% de los chilenos percibió un aumento de la delincuencia.

La maestra en ciencias políticas Daniela Campos Letelier indica que en Chile mueren más personas por suicidios que por homicidios, pero los medios cubren con más énfasis los asesinatos y esto fomenta el miedo, pero se trata de un temor a partir de la manera en que la prensa reporta los delitos.

De acuerdo con la académica, problemas como el acceso a la salud, la educación y la vivienda siguen figurando entre las preocupaciones de la gente, por el nivel de privatización que existe en esos sectores, pero esos asuntos, que fueron centrales en la campaña presidencial de hace cuatro años, fueron superados por la inseguridad y la inmigración.

La profesora de la Unab considera que hoy en Chile existe un ánimo social favorable a las opciones de extrema derecha, como las que representan Kast y Kaiser, quienes según las encuestas tienen, juntos, un respaldo electoral cercano al 40%, un porcentaje superior al que tiene Jara.

Esto, señala, se inscribe en el surgimiento global de una nueva derecha –la de Trump, Javier Milei, Nayib Bukele, Georgia Meloni, Marine Le pen– con un discurso bastante violento y negacionista (del cambio climático, de la diversidad sexual, del empoderamiento de la mujer), que antes se condenaba y que ahora es normalizado por amplios segmentos.

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