CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante la reparación de una fuga de agua en la pared de un balcón, se encontró el cadáver descompuesto de una mujer en la ciudad de Geoje, Corea del Sur. La pareja de la mujer, cuando ella desapareció, confesó el crimen a las autoridades.

La pareja se conoció mientras trabajaban en un club nocturno de Busan en 1998, y vivieron juntos varios años, antes de la pelea del 10 de octubre de 2008, cuando el hombre, de 58 años, la golpeó en la cabeza y la cara con un objeto contundente, la metió en una maleta y la emparedó con una capa de 10 cm de cemento y ladrillos, según relató a la Policía Provincial de Gyeongnam.

Durante los siguientes ocho años, el asesino vivió con el cadáver de su novia en su departamento, hasta que fue arrestado en 2016 por consumo de drogas. El dueño del estudio dejó el lugar deshabitado y lo usaba como bodega, hasta agosto del presente año, cuando se registró la fuga de agua y el cuerpo fue descubierto, “en condiciones similares a las de una momia, según describieron las autoridades a los medios locales.

La policía pudo identificar el cuerpo de la víctima mediante huellas dactilares y pruebas de ADN, tras lo cual detuvieron al sospechoso, quien negó los cargos, pero confesó todos los delitos a medida que avanzaba la investigación policial, según los medios locales.

De acuerdo con la agencia de noticias coreana “Yonhap”, el plazo de prescripción del cargo por ocultar el cuerpo ya expiró y no se pudo presentar la acusación correspondiente por este crimen en específico.