Elecciones en Venezuela
México, Brasil y Colombia: la vía de una salida negociada a la crisis en Venezuela
En medio de una crisis que recuerda a la ocurrida en 2019, cuando Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela con respaldo estadunidense, la posición internacional ha sido mucho más inclinada al diálogo.AMÉRICA LATINA (France 24).-El papel de los tres gobiernos de izquierda está emergiendo en la polémica situación poselectoral en Venezuela. Aunque las naciones latinoamericanas se abstuvieron en la votación de la OEA que pedía a Caracas presentar de manera "inmediata" las actas electorales, han formado un frente común que busca construir una salida pacífica a la crisis política en el vecino país. Estados Unidos y Francia han mostrado interés en su papel mediador.
La izquierda latinoamericana busca ser la clave en la cuestión venezolana. La semana después de las elecciones presidenciales en Venezuela estuvo repleta de tensiones nacionales e internacionales, alimentadas por los polémicos resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) que le dan la victoria a Nicolás Maduro ante el descontento evidente de la oposición, que reclama "fraude".
En medio de ello, varios miembros de la comunidad internacional han lanzado duras críticas al oficialismo chavista y llamado al CNE para que publique inmediatamente el desglose de las actas electorales. Estados Unidos y Argentina han sido los más enfáticos, llegando a declarar al candidato opositor, Edmundo González, como el ganador de los comicios.
Esta nueva crisis política en Venezuela también se ha convertido en una encrucijada para el eje progresista en la región. Los gobiernos del mexicano Andrés Manuel López Obrador, el colombiano Gustavo Petro y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva han sido interlocutores del chavismo en la arena internacional en los últimos años y durante la crisis política que vive el país han optado por la cautela.
"El respeto por la soberanía popular es lo que nos mueve para defender la transparencia. El compromiso con la paz es el que nos lleva a promover el diálogo y el entendimiento entre Gobierno y oposición", destacó el mandatario brasileño desde la Casa de la Moneda, sede del Ejecutivo chileno, en una conferencia de prensa compartida con su homólogo local, Gabriel Boric.
Con Chile empuñando una retórica mucho más hostil contra Caracas, Bolivia disminuida y diezmada por las divisiones internas y Nicaragua más allá de la línea roja internacional, Brasil, México y Colombia han emprendido una ambiciosa operación diplomática conjunta para conseguir poner fin a la longeva crisis política que azota al pueblo venezolano.
La prudencia ha sido el sello característico de la nueva izquierda latinoamericana. Los tres países se abstuvieron de votar el pasado 31 de julio en una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA), que pedían la publicación "inmediata" de actas al CNE. Un comunicado posterior procedente de la Cancillería colombiana explicó la decisión, alegando su activismo por "mantener el diálogo" con Caracas.
Librado el escollo que significaría avalar el accionar de un organismo continental del que Estados Unidos es miembro, y Venezuela no, el eje izquierdista lanzó su propio comunicado un día después, cerrando filas, con lazos cordiales con el chavismo, pero comprometido con la democracia. AMLO, Petro y Lula pidieron la revelación oficial de las actas, expresando su "absoluto respeto con la soberanía venezolana".
El Plan: sentar a Maduro con González y excluir a Machado
El pasado 2 de agosto, los tres mandatarios progresistas sostuvieron una reunión trilateral para construir un marco común para emprender los esfuerzos negociadores con Venezuela. Según fuentes citadas por el diario español 'El País', las conversaciones llevaron a un objetivo en común: materializar una reunión entre Nicolás Maduro y Edmundo González.
González, elegido de la oposición después de dos inhabilitaciones políticas, la de María Corina Machado, lideresa disidente, y Corina Yoris, primera opción de Machado, es de un perfil más moderado y conciliador que cualquier otra figura en las fuerzas opositoras, especialmente que el de Machado.
La retórica chavista, siempre muy explosiva y sensible a la confrontación, ha expresado deseos de mantener a Machado lejos del poder, una figura a quien no estarían dispuestos a delegarle una transición gubernamental. Por otro lado, González, quien aparecía formalmente en la boleta para contender contra el chavismo y quien, junto a Machado, asegura venció en los comicios, es visto como una figura con más futuro.
Sin embargo, el futuro de este planteamiento se complica. La Fiscalía venezolana ha anunciado la apertura de una investigación penal en contra de Machado y González, después de que ambos publicaran un comunicado en donde le adjudicaban públicamente la victoria al candidato opositor, contrariando los resultados difundidos por el CNE.
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La Fiscalía los acusa de "usurpación de funciones, difusión de información falsa para causar zozobra, instigación a la desobediencia de las leyes", entre otros.
La continua confrontación pública del oficialismo contra al oposición y lo que la oposición denuncia como una instrumentalización del sistema judicial en contra de importantes actores políticos estarían en el eje de un eventual diálogo mediado por los tres países latinoamericanos, en caso de llegar a él.
EU y Francia se acercan a una mediación latinoamericana
En medio de una crisis que recuerda a la ocurrida en 2019, cuando Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela con respaldo estadunidense, la posición internacional ha sido mucho más inclinada al diálogo.
La oposición, protagonista de los enfrentamientos públicos más encarnizados con el chavismo, no tiene el capital político para funcionar como interlocutor con el volátil Gobierno de Nicolás Maduro. La izquierda latinoamericana, por el contrario, sí lo tiene.
Incluso en los momentos más atrevidos, cuando Estados Unidos reconoció a González como ganador de las elecciones, México salió inmediatamente a poner el freno de mano:
“EU se está extralimitando con Venezuela. Es una imprudencia”, sentenció López Obrador en su conferencia matutina del pasado 2 de agosto.
Washington no respondió a la llamada de atención del mandatario y días después, este lunes 5 de agosto, dijo estar hablando con Brasil, Colombia y México sobre "cómo avanzar en Venezuela".
Por su parte, el Gobierno brasileño informó sobre una conversación telefónica entre Lula y su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la que el jefe de Estado galo también habría "elogiado" la posición compartida de las izquierdas latinoamericanas frente a la crisis venezolana.
"Macron elogió la posición de Brasil, Colombia y México emitida en una nota conjunta el pasado jueves, y la posición del país de estímulo al diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela", mencionó una nota oficial publicada por la Presidencia brasileña.
La oposición pide a los militares "no reprimir" al pueblo
En medio de la intentona diplomática de las izquierdas por rescatar la estabilidad en Caracas, la oposición venezolana hizo un llamado al Ejército nacional para reducir la violencia que ha seguido a las manifestaciones que reclaman una victoria de la oposición.
"Apelamos a la conciencia de militares y policías para que se pongan del lado del pueblo y de sus familias", escribieron Machado y González en un largo comunicado publicado en sus redes sociales, mismo por el cual el Ministerio Público les ha abierto una investigación penal.
En el mismo comunicado, ambos disidentes afirman con seguridad que Edmundo González es el legítimo ganador de las elecciones venezolanas, con un 67% de los votos, en contraste al 30% obtenido por Maduro, según las cifras compartidas por la oposición, presuntamente "verificadas" por esa misma entidad.
Al unísono, hacen un llamado a la sociedad internacional para visibilizar el ambiente de violencia generado tras la noche electoral del pasado 28 de julio.
“Nicolás Maduro se niega a reconocer que ha sido derrotado por el país, y ante la legítima protesta, ha lanzado una brutal ofensiva contra dirigentes de los partidos democráticos, activistas civiles, miembros de mesa, y hasta el ciudadano común", apunta la carta.
Según la ONG Foro Penal, son mil 10 detenciones registradas desde el pasado 29 de julio, todas con un "patrón claro" relacionado a la imputación de presuntos "delitos de odio" en los juicios, los cuales también han sido custionados por irregularidades en su proceder. De acuerdo al gobierno, son 2 mil los detenidos.
"Casi en la totalidad de los casos, a las personas se les ha presentado imponiéndoles al defensor público", dijo Gonzalo Himiob, vicepresidente de Foro Penal, para la agencia EFE. Desde la difusión de resultados electorales, las protestas han dejado un saldo mortal de 13 muertos, 11 civiles y dos militares.