BOGOTÁ (apro). La espetada activista humanitaria y abogada venezolana Rocío San Miguel cumplió este viernes seis meses encarcelada en un tenebroso edificio de Caracas llamado “El Helicoide”, el cual es considerado por organizaciones de derechos humanos como un centro de tortura del servicio de inteligencia del presidente Nicolás Maduro.

San Miguel, una especialista en temas militares que ha estudiado a fondo el papel de las Fuerzas Armadas en el régimen chavista y sus nexos con el narcotráfico y la corrupción, está acusada por la Fiscalía de cargos catalogados de absurdos por organismos internacionales, como “traición a la patria” y “terrorismo”. 

Para Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y decenas de organismos humanitarios de dentro y fuera de Venezuela, es una prisionera política del régimen que está siendo castigada por sus investigaciones y por sus críticas a altos funcionarios chavistas, tanto civiles como militares.

“La destacada defensora de los derechos humanos Rocío San Miguel sigue tras las rejas, junto con cientos de presos políticos, entre ellos defensores de los derechos humanos y miembros de la oposición”, señaló HRW.

La ONG Provea denunció que San Miguel, quien fue víctima de desaparición forzada durante tres días luego de su detención, el 9 de febrero pasado, no ha podido nombrar a sus abogados de confianza.

La defensora de derechos humanos “sigue en el centro de torturas El Helicoide” acusada de cargos absurdos por su trabajo al frente de la ONG Control Ciudadano, donde documentaba, investigaba e informaba sobre temas de defensa, soberanía nacional y militares.”

Tampoco le permitieron su derecho a la defensa cuando fue presentada a tribunales con una defensa pública impuesta, vulnerando el debido proceso”, señaló Provea.

Además de San Miguel, ONG han registrado los casos de 18 mujeres que permanecen detenidas bajo la acusación de estar asociadas o involucradas en “conspiraciones” que supuestamente buscaban derrocar al gobierno de Maduro.

La detención de San Miguel, que ocurrió en el aeropuerto de Maiquetía, cuando iba a abordar un vuelo a Madrid junto con su hija, fue parte de una primera abatida contra activistas humanitarios y dirigentes opositores de cara a las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.

Esos comicios, en los que las oficialistas autoridades electorales declararon vencedor a Maduro, a pesar de las evidencias que ha presentado la oposición sobre el triunfo de Edmundo González Urrutia, generaron una serie de protestas contra el régimen que han sido reprimidas con dureza. A las decenas de presos políticos se han sumado en los últimos días centenares más.

Según la ONG Foro Penal, hasta este viernes los organismos de seguridad del régimen habían realizado mil 263 arrestos arbitrarios, entre los que figuran varios periodistas, activistas sociales, jóvenes manifestantes y dirigentes opositores.