CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un agave en el parque Hibiya en Tokio, Japón, ha comenzado a florecer, lo que ha llamado la atención de los habitantes de la capital japonesa y turistas nacionales y extranjeros, al ser una atracción inusual.

De acuerdo con medios japoneses, la planta es un agave amarillo (de nombre científico Agave americana), que se encuentra en la fuente pelícano en ese parque. A mediados de mayo, un trabajador del parque se dio cuenta de que el tallo central había comenzado a crecer y se confirmó que estaba floreciendo el 10 de julio. Al momento se encuentra cerca de los 8 metros de altura.

Según el medio japonés “The Asahi Shimbun”, existen fotografías de ese agave en la década de 1960, pero debido a que estas plantas tardan florecer, se ha popularizado la noción de que el fenómeno ocurre “una vez al siglo”. En realidad los agaves florecen una sola ocasión en sus vidas, una vez que han alcanzado su madurez.

Los agaves son plantas monocárpicas y pueden vivir muchos años antes de florecer, pero los cambios generados por la producción de los frutos y semillas suelen a derivar en la muerte de la planta. La estructura sobre la que aparecen las flores se llama “escapo floral” y puede llegar a medir entre seis y diez metros de altura.

En México las flores producidas por los agaves se conocen como gualumbos y en varios estados se comen solos o acompañados de otros ingredientes. Además de los humanos, animales como murciélagos, insectos y aves también se alimentan de las flores.

De acuerdo con medios internacionales, otro agave en la misma fuente floreció en 2019, pero en esa ocasión el escapo floral fue de menor tamaño.