CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La influencer brasileña Kat Torres fue condenada a ocho años de prisión por los crímenes de trata de personas y esclavitud en contra de una mujer, el pasado 28 de junio en Rio de Janeiro.

De ser una modelo que salía de fiesta con el actor Leonardo DiCaprio a influencer “gurú del bienestar” a autoproclamada “bruja”, Torres terminó arrestada en 2022 en Estados Unidos y finalmente condenada este año.

La influencer prometía "amor, dinero y la autoestima que siempre has soñado", por medio de videos y consultas de autoayuda en su página web y en 2017 publicó su libro “La Voz”, con la misma temática.

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El clan

Torres utilizaba su influencia para reclutar a mujeres jóvenes para que vivieran con ella, como parte de su “clan”. Dos mujeres brasileñas, Desirrê Freitas, de 25 años, y Leticia Maia Alvarenga, de 21 años, desaparecieron después de que Torres las convenciera de mudarse a su casa en Austin, Texas.

Las promesas de la influencer pronto fueron reveladas como mentiras, ya que Torres obligó a las mujeres a trabajar para ella. Según declaraciones de Freitas a la “BBC”, la exmodelo la obligó a trabajar en un club de striptease local para pagar los gastos en los que había incurrido al comprarle un boleto de avión desde Alemania y darle alojamiento; de no hacerlo la “maldeciría”.

Freitas afirmó en la entrevista con el medio británico que Torres trató de persuadirla para pasar del club de striptease a la prostitución. Ante la negativa de Desirrê, la influencer la llevó a un campo de tiro, lo que la asustó y terminó accediendo a las presiones de “la bruja”.

Estados de cuenta bancarios revisados por la BBC, revelaron que Desirrê transfirió más de $21 mil dólares a la cuenta de Torres entre junio y julio de 2022. Ella ha señalado que fue forzada a entregar otro monto sustancial en efectivo.

Más de 20 mujeres explotadas

Tanto Freitas como Alvarenga han declarado que si no lograban cumplir las cuotas impuestas por Torres, que iban desde los mil dólares a los 3 mil, la “bruja” les negaba regresar a su casa por la noche. "Terminé durmiendo en la calle varias veces porque no podía lograr esas sumas", señaló Desirrê.

Ambas mujeres tiñeron su cabello rubio; Freitas bloqueó a todos sus contactos y obedecía las órdenes de la influencer sin cuestionamientos. Después de meses sin contacto, las familias de ambas mujeres tomaron acciones y comenzaron la búsqueda. Sus esfuerzos llegaron a Ana, una mujer que fue asistente de Torres y dice haber vivido una situación similar con la influencer.

Ana dijo a la “BBC” que trató de contactarse con las autoridades para denunciar la desaparición de las dos mujeres. Entonces, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) inició una investigación, la cual culminó con el arresto de Torres en 2022 y finalmente fue extraditada a Brasil, donde se llevó a cabo el juicio.

"La gente está diciendo que soy una gurú falsa, pero al mismo tiempo, dicen ‘ella es peligrosa para la sociedad porque puede cambiar la mente de las personas con sus palabras’", dijo en entrevista a la “BBC”, pero al ser confrontada con la evidencia encontrada por ese medio agregó: "Ustedes eligen creer lo que quieren creer. Puedo decirles que yo soy Jesús. Y ustedes pueden ver a Jesús o ver al diablo. Eso es. Es su elección, es su mente".

De acuerdo con ese mismo medio, más de 20 mujeres han declarado haber sido engañadas o explotadas por la “gurú”, pero el abogado de Torres dijo que ella mantiene su inocencia y apelará la condena del juez.