Elecciones Estados Unidos

Trump vs. Biden: un primer debate presidencial del que se esperan más ataques que propuestas

El encuentro ocurrirá en un momento estratégico tanto para el republicano como para el demócrata, debido a que Biden ha conseguido superar por primera vez a Trump en las encuestas, que están más ajustadas que nunca.
miércoles, 26 de junio de 2024 · 22:00

Las campañas de los aspirantes presidenciales Joe Biden y Donald Trump son conscientes de que decenas de millones de estadunidenses sintonizarán la cadena CNN para ver el cara a cara de este jueves 27 de junio y preparan el encuentro a sabiendas de que cualquier error que se haga viral -como ha ocurrido en ocasiones anteriores con ambos candidatos- puede decantar la balanza.

El republicano Donald Trump ha liderado durante todo el año los sondeos, pero su imagen ha sufrido un leve desgaste desde que fue declarado culpable en Nueva York de falsear registros comerciales para comprar el silencio de una actriz porno en las elecciones de 2016.

El presidente y aspirante demócrata, Joe Biden, en cambio, tiene el viento de las últimas encuestas a favor con una trayectoria ascendente durante la última semana, que lo ha colocado en primer lugar, aunque la diferencia es tan estrecha que no permite hacer predicciones.

La media nacional de encuestas del portal FiveThirtyEight da al actual presidente el 40.8 % de las intenciones de voto frente al 40.7 % de su rival republicano. Eso convierte el debate del jueves 27 de junio en un encuentro decisivo.

"Aunque haya pocos miles de personas en estados clave que cambien de opinión tras el debate, eso ya alteraría la trayectoria de estas elecciones tan reñidas", afirma Aaron Kall, director del Programa de Debates de la Universidad de Míchigan.

La campaña electoral todavía no ha arrancado formalmente, por lo que el debate es inusualmente temprano, pero los candidatos tienen prisa por conquistar el voto anticipado que en algunos estados comienza en septiembre.

Se esperan ataques personales

Durante 90 minutos, estarán cara a cara los dos aspirantes de mayor edad de la historia -Biden tiene 81 años y Trump 78 - y también los más impopulares, lo que los analistas aseguran que eso llevará a muchos ciudadanos a votar por quien consideren el mal menor.

Las miradas estarán puestas en la lucidez y vigorosidad de Biden, cada vez más cuestionado por sus despistes, y en los modales de Trump, conocido por sus bulos e insultos. Además, a los dos les falta práctica, pues no debaten desde 2020.

El republicano lleva días calentando los motores y explotando las debilidades de Biden, a quien retó a someterse a una prueba de drogas para demostrar que no acudirá dopado al debate.

Trump arremeterá contra la gestión migratoria de la Administración demócrata ante lo que considera una "invasión", y señalará con el dedo la inflación que dificulta la compra a las familias.

Por su parte, Biden, quien lleva casi una semana encerrado en la residencia presidencial de Camp David para prepararse, pretende retratar a su antecesor como un peligro para la democracia, puesto que a día de hoy sigue sin reconocer su derrota en las elecciones de 2020.

Biden lo ha señalado como un "delincuente" por su reciente condena en Nueva York y por las varias cuentas pendientes que tiene con la Justicia, incluida la acusación por el asalto al Capitolio de 2021, cuando una turba de trumpistas intentó frenar la transición de poderes.

La sensación generalizada entre los analistas es que será un cara a cara con más ataques personales que propuestas.

"Los dos son vulnerables a ser noqueados por los insultos del rival. Los dos pueden perder el temperamento, más que ningún otro candidato en el pasado, y realmente se odian", afirma a EFE el experto en debates presidenciales Steven Fein.

Sin público y con micrófonos apagados

A pesar de la rivalidad, ambos han podido acordar las reglas y el formato del debate, que será una especie de revancha de sus dos tensos cara a cara en 2020.

Esta vez, sin embargo, puede que el debate de la CNN sea más ordenado y tenga menos interrupciones que los de hace cuatro años, dado que solo estará encendido el micrófono del candidato que tenga el turno de palabra.

El evento no tendrá público y estará moderado por los periodistas Jake Tapper y Dana Bash. Biden y Trump no podrán hablar con sus asesores durante las dos pausas comerciales y tienen prohibido llevar anotaciones preparadas.

Por sorteo se decidió que el podio de Biden se sitúe en el lado derecho de la pantalla y el de Trump en el izquierdo. El republicano será el encargado de cerrar el debate con las declaraciones finales.

Con EFE

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