El Salvador
Nayib Bukele toma posesión de su segundo mandato como presidente de El Salvador
Nayib Bukele juró este sábado para un segundo mandato como presidente de El Salvador en una ceremonia frente al Palacio Nacional de San Salvador.MADRID (EUROPA PRESS).– Nayib Bukele juró este sábado para un segundo mandato como presidente de El Salvador en una ceremonia frente al Palacio Nacional de San Salvador en la que se le impuso la banda presidencial.
También tomó posesión Félix Ulloa como vicepresidente de El Salvador para un mandato de cinco años durante un acto al que han asistido representantes de las altas instituciones salvadoreñas, asà como representantes extranjeros, como el rey Felipe VI o el presidente argentino, Javier Milei.
Nayib Bukele, Presidente de El Salvador 2024-2029. pic.twitter.com/CKv1dRaaEZ
— Jose Valdez ???? (@JoseValdezSV) June 1, 2024
Igualmente están presentes el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani; una delegación de Estados Unidos y personalidades como uno de los hijos de Donald Trump, Donald Jr.
En cambio, algunos diputados de los principales partidos opositores en El Salvador no están en la investidura, ya que sostienen que este segundo mandato viola la Constitución, pese a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que abrió la puerta a la reelección.
Tras el acto, Bukele tiene previsto tomar protesta constitucional en una sesión solemne convocada en la Asamblea Legislativa.
Investidura Presidencial ???? https://t.co/sVzUmb381x
— Nayib Bukele (@nayibbukele) June 1, 2024
Bukele fue reelecto en el cargo en las elecciones del pasado 4 de febrero bajo la bandera del partido Nuevas Ideas tras lograr un 84.65 por ciento en el marco de la guerra contra las pandillas en el paÃs, para la que Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que continúa desde entonces, sin que haya visos de que termine.
El éxito de su estrategia de seguridad ha dado fruto en forma de unos 74 mil detenidos, el desmantelamiento de las pandillas e Ãndices de homicidios de los más bajos de América Latina a través de la suspensión de derechos fundamentales, como el de expresión y organización.