MADRID (apro).-Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue dejado en libertad tras ser detenido este miércoles en el aeropuerto madrileño de Barajas, nada más aterrizar procedente de República Dominicana, por la indagatoria por corrupción en los contratos para celebrar la Supercopa de España en Arabia Saudí.

Elementos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil lo bajaron directamente del avión a un vehículo, sin pasar por la Terminal 1 de Barajas-Adolfo Suárez, y lo condujeron a las dependencias del instituto armado donde le leyeron sus derechos y le notificaron que está imputado por delitos de corrupción. El detenido se acogió a su derecho a no declarar.

Después, Rubiales fue dejado en libertad a la espera de ser citado a declarar por la jueza Delia Rodríguez, titular del Juzgado número cuatro de Majadahonda (Madrid), que encabeza la investigación de la llamada Operación Brody.

Periodistas de la televisora LaSexta obtuvieron imágenes exclusivas de Rubiales que es bajado del avión directamente a un vehículo de la Guardia Civil. Venían en el mismo vuelo, precisamente, luego de hacerle una entrevista la víspera en República Dominicana.

El 22 de marzo, la UCO realizó una serie de detenciones y registros en distintos domicilios en España, en el marco de la Operación Brody por los contratos amañados para que los juegos en Arabia Saudí. En aquel momento, Rubiales no pudo ser detenido porque estaba en Punta Cana, en viaje de negocios, según dio a conocer.

La defensa del expresidente de la Federación informó a la jueza de Majadahonda que Luis Rubiales tenía previsto volver a España desde República Dominicana el próximo 6 de abril, argumentando que se encontraba a disposición del juzgado.

El regreso del exmandatario del futbol español se produce después de que este lunes guardias civiles de la UCO y policías de la República Dominicana llevaran a cabo un registro en la residencia que Rubiales ocupaba en Punta Cana, donde le incautaron una tablet y un teléfono celular.

La investigación contra Rubiales y un entramado de empresarios es distinta a la imputación por el beso no consentido que dio a la futbolista Jenny Hermoso, y las presiones que sufrió la mundialista y su entorno para que dijera que había sido un beso consentido. Como Proceso informó, la fiscalía pide dos años y medio de cárcel para el expresidente de la federación por el beso a la jugadora.

En el avance de la entrevista que el programa El Objetivo de LaSexta hizo a Rubiales, éste niega haber recibido “mordidas” y que el dinero que tiene es fruto de su trabajo.

Y sigue sin reconocer que cometió delitos con el beso que dio a la futbolista.