BRASILIA (France 24).– Marco Antonio Freire Gomes, excomandante del Ejército, y Carlos Baptista Júnior, excomandante de la Fuerza Aérea, acusaron directamente al expresidente Jair Bolsonaro de haber intentado dar un golpe de Estado para impedir la posesión de Luiz Inácio Lula da Silva.

El ministro del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, levantó la confidencialidad a las declaraciones de Bolsonaro, ministros, militares y otros implicados en la investigación sobre un presunto intento golpista para revertir el resultado de las elecciones de 2022.

Es la primera vez que el nombre del expresidente es mencionado directamente en las investigaciones sobre la presunta toma golpista liderada por Bolsonaro.

El ultraderechista ha negado completamente su implicación en los hechos sucedidos el 8 de enero, cuando miles de activistas del bolsonarismo asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en un intento de llevar a los militares a derrocar al gobierno.

“Decreto golpista”

Entre dichas declaraciones constan las de los dos excomandantes, quienes implicaron directamente al expresidente. El exjefe de la Fuerza Aérea, Baptista Jr, informó de una reunión el 14 de diciembre de 2022 con el entonces ministro de Defensa, Paulo Sérgio de Oliveira.

De acuerdo al relato, de Oliveira habría presentado un documento a los jefes de las Fuerzas Armadas para impedir la posesión de Lula, el 8 de enero de 2023.

Mientras que el entonces jefe del Ejército, Marco Antonio Freire Gomes, en su declaración ante la Policía Federal, el pasado 1 de marzo, dijo que el líder ultraderechista se reunió el 7 de diciembre de 2022, poco antes de dejar el poder, con los jefes del Ejército, la Aeronáutica y la Marina en el Palacio de Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, para plantearles diferentes mecanismos jurídicos con la intención de mantenerse en el poder.

Ese día, dijo Freire Gomes, se presentó a la cúpula un decreto con intención golpista, que luego tuvo otra versión en la reunión del 14 de diciembre, lo que coincide con lo declarado por Baptista Jr.

Ese documento preveía el establecimiento de un estado de sitio y una intervención en el Tribunal Superior Electoral (TSE), órgano responsable por los comicios en Brasil, para "apurar la conformidad y la legalidad del proceso electoral".

Se habla de una tercera reunión al respecto, pero sin especificar fecha. Según sus declaraciones, el jefe del Ejército y el de la Fuerza Aérea se opusieron a cualquier acto que rompiera con el curso democrático de Brasil, mientras que el exjefe de la Marina, Almir Garnier, sí habría apoyado la propuesta de Bolsonaro.

Bolsonaro guarda silencio

El expresidente ha preferido guardar silencio ante las recientes declaraciones. En sus redes sociales ha decidido publicar videos sobre el apoyo que tendría en diversas ciudades del país.

Bolsonaro enfrenta actualmente diversas investigaciones penales que están por llegar a una sentencia. Además, en su intento por ser nuevamente candidato, el ultraderechista ha sido declarado políticamente inelegible hasta 2030 por difundir información electoral errónea durante la campaña de 2022.

Además, recientemente el Tribunal Supremo emitió medidas cautelares para evitar su fuga. La Policía le confiscó el pasaporte, le prohibió salir del país y contactar con otros procesados mientras duran las investigaciones.

Los posibles cargos, que incluyen intento de derrocar el Estado democrático, extorsión y falsificación de documentos, conllevan una pena máxima total de prisión de 55 años.

Sin embargo, en varias transmisiones en vivo, algunas junto a sus hijos, el expresidente ha negado su participación en los hechos del 8 de enero. Él asegura ser víctima de una persecución política por parte del actual gobierno.