Guerra Israel-Hamas

Tras cuatro meses de guerra, Netanyahu se empeña en una “victoria absoluta” y apunta al sur de Gaza

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza las exigencias de Hamás para un alto el fuego en Gaza, pese a los esfuerzos de mediación liderados por Estados Unidos.
jueves, 8 de febrero de 2024 · 12:43

CIUDAD DE MÉXICO (France24).- Al cumplirse cuatro meses del comienzo de la guerra entre Hamás e Israel, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó contundentemente la propuesta del grupo islamista palestino para una tregua y aseguró que irá por una “victoria absoluta”. Netanyahu ordenó, además, al Ejército que "prepare" una ofensiva sobre Rafah, en el sur del enclave y fronteriza con Egipto, donde están hacinados cientos de miles de palestinos desplazados. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, de visita en Israel, evaluó la propuesta de pacto de tregua de Hamás y, aunque dijo que no hay un punto base, aún ve "un espacio" para lograr un acuerdo.

Al cumplirse cuatro meses de la guerra en Gaza, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza las exigencias de Hamás para un alto el fuego en Gaza, pese a los esfuerzos de mediación liderados por Estados Unidos. Netanyahu afirma que la única solución es la “victoria absoluta” sobre el grupo islamista palestino.

En una conferencia de prensa televisada, el dirigente israelí dijo que aceptar las “condiciones delirantes” de Hamás, que incluyen un alto el fuego de 135 días a cambio de la liberación de rehenes, llevaría a “otra masacre y a una gran tragedia en Israel, que nadie estaría dispuesto a aceptar”.

Netanyahu también confirmó que las Fuerzas de Defensa israelíes recibieron la orden de iniciar operaciones en la ciudad sureña de Rafah, en Gaza, donde hay cientos de miles de desplazados.

En respuesta a los llamados del Gobierno de EE. UU.  y, este mismo miércoles, del secretario de Estado, Antony Blinken, Netanyahu señaló que serán necesarios “al menos cuatro meses” de combates adicionales antes de derrotar a Hamás y afirmó que “la victoria estaba al alcance”.

La preocupación internacional se intensificó ante la posibilidad de una ofensiva terrestre israelí en Rafah. Funcionarios de la ONU advirtieron sobre la posibilidad de una “pérdida de vidas a gran escala” y el riesgo de crímenes de guerra en caso de un asalto.

Netanyahu, cuyos índices de aprobación han disminuido, también descartó cualquier arreglo que dejara a Hamás en control parcial o total de Gaza, asegurando que ninguna parte del enclave sería “inmune” a la ofensiva israelí.

Blinken, por su parte, había indicado anteriormente que aún quedaba “mucho trabajo por hacer” para superar las diferencias entre Israel y Hamás después de la propuesta del grupo para poner fin permanentemente a los combates.

Aunque algunos mediadores vieron positivamente la propuesta de Hamás como una señal de disposición a futuras negociaciones, Netanyahu destacó que la liberación de los más de cien rehenes, en poder de Hamás, solo ocurriría mediante la presión militar continua sobre el grupo.

Una propuesta de tregua en tres fases de Hamás

Israel anunció previamente su negativa a retirar sus tropas de Gaza o poner fin a la guerra hasta que Hamás fuera eliminado. No obstante, informes cercanos a las negociaciones indican que Hamás ha adoptado una nueva perspectiva respecto a su demanda histórica de poner fin a la guerra, planteándolo como un tema a discutir en futuras conversaciones en lugar de una condición para la tregua.

De acuerdo con el documento de oferta revisado por la agencia de noticias Reuters, la primera fase de 45 días contemplaba la liberación de todas las mujeres israelíes retenidas, los hombres menores de 19 años y los ancianos y enfermos, a cambio de mujeres y niños palestinos detenidos en cárceles israelíes. Durante esta fase, Israel tendría que retirar sus tropas de las zonas densamente pobladas de Gaza.

La implementación de la segunda fase estaría sujeta a la conclusión de “conversaciones indirectas sobre los requisitos necesarios para poner fin a las operaciones militares mutuas y regresar a la completa calma”. En esta etapa, se liberarían los rehenes masculinos restantes e Israel se retiraría por completo de toda Gaza. El intercambio de los restos de los fallecidos se llevaría a cabo durante la tercera fase.

Este plan surgió como respuesta a la propuesta israelí de un cese de hostilidades de seis semanas y la liberación gradual de aproximadamente 130 israelíes aún detenidos en Gaza a cambio de prisioneros palestinos. Además, se esperaba que esta tregua incrementara el suministro de alimentos y otras ayudas a los 2,3 millones de civiles desesperados en Gaza, quienes enfrentan la escasez de alimentos, agua y medicinas.

La ofensiva militar israelí en Gaza se desencadenó después de que Hamás causara la muerte de mil 200 personas y tomara alrededor de 250 rehenes en un ataque a través de la frontera en Israel el 7 de octubre.

Los rehenes en medio de las negociaciones fallidas

Israel notificó a las familias de 31 personas secuestradas y llevadas a Gaza el 7 de octubre que sus seres queridos están muertos. Esto se suma a declaraciones del primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, quien indica que Hamás ha reaccionado de manera "generalmente positiva" a propuestas que buscan una pausa en los enfrentamientos y la liberación de prisioneros palestinos a cambio del regreso de más rehenes.

La cifra de 31 fallecidos representa más del 20% de los 136 rehenes restantes en Gaza, según datos recopilados por el Ejército israelí. Este acontecimiento se da en un contexto de presión sobre el Gobierno de Benjamin Netanyahu por su manejo de la crisis de rehenes.

La revelación sobre la muerte de muchos de los rehenes restantes podría intensificar el escrutinio sobre la gestión del Gobierno de Netanyahu.

Aproximadamente la mitad de los secuestrados durante el ataque fueron liberados el año pasado en un acuerdo de rehenes por un alto el fuego. Sin embargo, las negociaciones para un segundo acuerdo se han mantenido durante semanas, sin concretarse.

El conflicto ha sido complicado por la información gradual sobre los capturados el 7 de octubre, con familias informadas de que algunos que se entendía que estaban vivos habían fallecido.

Rafah, entre la creciente crisis humanitaria en el enclave

La situación en Gaza ha alcanzado proporciones alarmantes, según Naciones Unidas, convirtiéndose en una de las peores crisis humanitarias del siglo. Entre el 5 y el 6 de febrero, al menos 107 palestinos perdieron la vida, elevando la cifra de fallecidos a más de 27.000, según informó el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.

La agencia humanitaria de Naciones Unidas, OCHA, señaló que, desde enero, la capacidad de las misiones de ayuda humanitaria para llegar a personas necesitadas en Gaza empeoró. De las 61 misiones planificadas en el norte de Gaza, solo 10 fueron facilitadas por Israel, mientras que a 34 se les negó el acceso.

Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), aproximadamente el 75% de la población de Gaza, que suma 2,3 millones de habitantes, con más de la mitad conformada por niños, se encuentra desplazada, en su mayoría refugiándose en el paso de Rafah, fronterizo con Egipto. En noviembre las autoridades israelíes pidieron a la población civil que todos se dirigieran al sur del enclave insistiendo en que sería más seguro.

La UNRWA, principal proveedor de asistencia humanitaria, ha sido desfinanciada después de acusaciones de Israel sobre la participación de su personal en ataques de Hamás. Numerosos países, incluyendo el Reino Unido y Estados Unidos, retiraron su financiamiento, poniendo en peligro futuros fondos.

Con al menos la mitad de los edificios en Gaza dañados o destruidos y gran parte de la infraestructura médica inutilizable, la distribución de ayuda se vuelve increíblemente difícil. Incluso si la asistencia humanitaria fluyera sin obstáculos, las dificultades prácticas siguen siendo enormes, con prácticamente ningún lugar seguro para que 1,9 millones de personas desplazadas reciban comida y medicinas. 

A pesar de la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que insta a Israel a garantizar la provisión de servicios y ayuda humanitaria, brindar ayuda a quienes la necesitan se vuelve prácticamente imposible. Un alto el fuego inmediato y permanente se presentaría como la solución más efectiva para evitar que esta crisis humanitaria en Gaza empeore.

 

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