Rusia

Occidente acusó a Putin por la muerte de Navalny; Biden evalúa tomar medidas

Mientras el gobierno ruso informó que investiga las causas de la muerte de su más férreo opositor, Alexei Navalny, diversos líderes políticos a nivel internacional ya se han pronunciado y muchos de ellos señalan directamente a Vladimir Putin.
sábado, 17 de febrero de 2024 · 13:00

PARÍS (France24).– Mientras el gobierno ruso informó que investiga las causas de la muerte de su más férreo opositor, Alexéi Navalny, diversos líderes políticos a nivel internacional ya se han pronunciado y muchos de ellos señalan directamente al presidente ruso y a su Ejecutivo.

Desde la Unión Europea, hasta el gobierno de Estados Unidos, apuntan a la presunta implicación de la administración de Vladimir Putin.

"No sabemos exactamente qué pasó, pero no hay duda de que la muerte de Nalvani fue consecuencia de algo que hicieron Putin y sus matones", dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desde la Casa Blanca.

"Las autoridades rusas van a contar su propia historia", afirmó Biden. "Pero no se equivoquen. No se equivoquen: Putin es responsable de la muerte de Navalny", agregó al señalar que está "analizando" medidas adicionales para castigar al Gobierno ruso tras la muerte del líder opositor, quien, aseguró Biden, enfrentó "valientemente" la "corrupción" y la "violencia" de la administración de Putin.

Su deceso es "un sombrío recordatorio de lo que son Putin y su régimen (…) No teme a nada tanto como a la disidencia de su propio pueblo", aseguró, por su parte, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien, además manifestó sentirse "profundamente consternada y entristecida".

Esto es responsabilidad exclusiva de Putin: Josep Borrell

En una postura similar se expresó el alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell: “Conmocionado por los informes de los medios sobre la muerte de Alexei Navalny, un hombre muy valiente que dedicó su vida a salvar el honor de Rusia, dando esperanza a los demócratas y a la sociedad civil. Mientras esperamos más información, seamos claros: esto es responsabilidad exclusiva de Putin”, declaró.

“Rusia se ha convertido en un actor metódico de desestabilización mundial” mediante sus agresiones militares y sus crecientes campañas de desinformación y de ciberataques, afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron.

El régimen del Kremlin muestra una “voluntad de agresión hacia nosotros", añadió Macron en una rueda de prensa en París junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que recalcó que Moscú "debe dar explicaciones” sobre sus planes para desplegar un arma nuclear en el espacio.

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos aseguró estar "indignado" por la muerte en prisión de Navalny y pidió el "fin de la persecución" a los opositores en Rusia, en un comunicado de prensa.

“Todos aquellos que se encuentran detenidos o han sido condenados a diversas penas de prisión por el legítimo ejercicio de sus derechos, incluido el derecho a la libertad de reunión pacífica y de expresión, deben ser puestos en libertad de inmediato y todos los cargos presentados en su contra deben ser abandonados", dijo el texto publicado por la ONU.

Entretanto, desde el Gobierno de Polonia, tampoco titubearon en acusar al mandatario ruso. Putin fue durante años blanco de las críticas de Navalny, que lo acusó de construir un frágil sistema de Gobierno corrupto y basado en la adulación a un líder.

“Mi corazón está ahora con la familia de Alexei Navalny, que es un héroe y un símbolo para todos los demócratas rusos. La culpa de este hombre fue que desafió a Vladimir Putin (…) Fue condenado en un juicio por cargos falsos y con pruebas falsas. En prisión permaneció en condiciones terribles. Vladimir Putin es responsable de todo esto", sostuvo el canciller polaco, Radoslaw Sikorski.

Su muerte solo subraya la debilidad y la podredumbre en el corazón del sistema que Putin ha construido: Antony Blinken.

Algunas voces en Europa se abstuvieron a señalar de forma directa a Moscú, pero le exigieron explicaciones. Ese fue el caso del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Navalny fue "injustamente encarcelado por el régimen de Putin por su defensa de los derechos humanos y la democracia (…) Mis condolencias a su familia y amigos y a todos los que en Rusia defienden los valores democráticos y pagan por ello el más alto de los precios", aseguró.

“Nuestras condolencias van para su esposa y su familia, más allá de eso, su muerte en una prisión rusa y la fijación y el miedo de un hombre solo subrayan la debilidad y la podredumbre en el corazón del sistema que Putin ha construido. Rusia es responsable de esto", remarcó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tras conocer la noticia.

Y es que Navalny permanecía en prisión desde 2021, cuando regresó a su país tras haberse recuperado en Alemania de un envenenamiento. Las propias autoridades alemanas, tras pruebas de laboratorio, indicaron que la condición que lo tuvo al borde de la muerte fue causada con el agente químico nervioso Novichok, desarrollado durante la desaparecida Unión Soviética.

Otras destacadas figuras, incluidos activistas y periodistas, han sufrido envenenamiento con ese agente nervioso en las últimas décadas. Entre ellos, el exmilitar ruso y exagente doble de los servicios de inteligencia de Reino Unido, Serguéi Skripal, en 2018, que luego de un mes recuperó el conocimiento.

En agosto de 2023, cuando las autoridades de su país lo condenaron a 19 años adicionales de prisión –tras ser acusado por distintos casos de presunto fraude y extremismo– Navalny señaló que los años de la sentencia no importaban porque era consciente de que en realidad cumpliría una “cadena perpetua”, un gesto de resignación, con el que no veía posible recuperar su libertad, mientras Putin continuara en el poder.

"Fue un luchador tan fuerte por la democracia, por las libertades del pueblo ruso. Realmente muestra hasta qué punto Putin reprimirá a cualquiera que luche por la libertad del pueblo ruso (…) Es una tragedia y es algo que hace que el mundo entero recuerde exactamente qué monstruo es Putin", subrayó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

¿Habrá consecuencias para Rusia tras la muerte de Navalny?

En los últimos años, los gobiernos occidentales impusieron sanciones contra Moscú por hechos relacionados con Alexéi Navalny. En febrero de 2021, la Unión Europea anunció sanciones contra cuatro altos funcionarios cercanos a Putin, como respuesta al envenenamiento del activista contra la corrupción.

Y en marzo de ese mismo año, Estados Unidos hizo lo mismo contra siete funcionarios de la Administración de Putin. Entre las medidas estuvo el congelamiento de sus activos. Además, 14 entidades asociadas con la producción de agentes biológicos y químicos en Rusia -incluidas 13 firmas comerciales y un instituto de investigación gubernamental- recibieron medidas punitivas.

Pero Moscú se mostró desafiante y aseguró que esas medidas no tenían efecto.

Las tensiones entre Rusia y Occidente escalaron en abril de 2021, cuando la salud de Navalny se vio nuevamente comprometida. La Administración de Joe Biden le comunicó a Moscú que habría “consecuencias” si el crítico del Kremlin moría, ya que en ese momento se encontraba en un delicado estado de salud por una huelga de hambre, que inició por no recibir atención médica adecuada para sus dolores de piernas y espalda.

El tono de las advertencias continuó a medida que el Kremlin ejercía mayor presión sobre su crítico. Y a finales de 2023, en medio de las preocupaciones por no conocerse el paradero de Navalny -que semanas después apareció en una lejana prisión del círculo Ártico-, el Kremlin pidió a Occidente no entrometerse en lo que llamó asuntos internos.

Aun bajo advertencias, sanciones y amenazas, el Gobierno de Vladimir Putin continuó estrechando el cerco contra Navalny, incluido el aumento en las condenas de prisión y un mayor aislamiento.

La muerte de Navalny llega seis meses después del deceso del fundador del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, que pasó de ser un aliado de Putin a liderar un intento de rebelión.

Pese a las acusaciones y sospechas en su contra, Putin negó entonces cualquier implicación y pasó la página. Ahora, se alista para las elecciones del próximo marzo, en las que previsiblemente será reelegido, ya que se presenta sin rivales políticos de peso.

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