CIUDAD DE MÉXICO (apro).– “Si es extraditado, él morirá”, declaró Stella Assange sobre la posibilidad de que su esposo, Julian Assange –fundador de WikiLeaks–, sea extraditado a Estados Unidos.

“Su salud está en declive. Mental y físicamente, su vida está en riesgo cada día que permanece en prisión. Y si es extraditado, él morirá”, dijo Stella Assange durante una conferencia de prensa previa a la aparición del australiano frente al Tribunal Superior, para su última apelación.

Julian Assange fue removido de la Embajada de Ecuador en 2019, donde permanecía como asilado político, desde entonces ha estado en la prisión de Belmarsh en Londres, Reino Unido, esperando a que se determine si será extraditado a Estados Unidos por los cargos de espionaje que hay en su contra en aquel país.

Recientemente, el Parlamento Australiano aprobó una moción pidiendo que Assange sea liberado.

Stella, en entrevista con Steve Cannane –corresponsal en Europa del medio australiano ABC–, dijo que temía que su esposo fuera a ser torturado y puesto en confinamiento solitario, una vez que fuera extraditado, y que las “garantías” del gobierno estadunidense no eran tal, sino “licencias para torturar a Julian”.

La abogada y defensora de derechos humanos también advirtió que de ser aprobada la extradición, Assange podría encontrarse en un avión a Estados Unidos “en cuestión de días”.

La apelación final del activista se llevará acabo ante el tribunal el 20 y 21 de febrero de este año.