Inundaciones

Miles sobreviven al borde de un canal ante inundaciones anuales en Sudán del Sur

Las inundaciones estacionales han sido parte del estilo de vida de las comunidades alrededor del Sudd, pero desde 1960 el pantano ha ido creciendo, sumergiendo aldeas y matando ganado.
domingo, 22 de diciembre de 2024 · 12:11

AYOD, Sudán del Sur (AP).- Ganado de cuernos largos vadea por tierras anegadas y sube una pendiente a lo largo de un canal que se ha convertido en refugio para familias desplazadas en Sudán del Sur. El humo de estiércol quemado se eleva cerca de hogares de barro y hierba donde ahora viven miles de personas luego que las inundaciones arrasaran con su aldea. 

“Demasiado sufrimiento”, lamentó Bichiok Hoth Chuiny, una mujer de poco más de 70 años. Se apoyaba en un bastón al caminar por la recién establecida comunidad de Pajiek en el estado de Jonglei, al norte de la capital, Juba. 

Por primera vez en décadas, las inundaciones la obligaron a huir. Sus intentos por proteger su hogar construyendo diques fracasaron. Su antigua aldea de Gorwai ahora es un pantano. 

“Tuve que ser arrastrada en una canoa hasta aquí”, dijo Chuiny. Un periodista de The Associated Press fue el primero en visitar la comunidad. 

Tales inundaciones se están convirtiendo en un desastre anual en Sudán del Sur, que el Banco Mundial ha descrito como “el país más vulnerable del mundo al cambio climático y también el que más carece de capacidad de adaptación”. 

Más de 379 mil personas han sido desplazadas por las inundaciones este año, según la agencia humanitaria de la ONU. 

Las inundaciones estacionales han sido parte del estilo de vida de las comunidades pastoriles alrededor del Sudd, los humedales más grandes de África, en la llanura de inundación del río Nilo. Pero desde la década de 1960, el pantano ha ido creciendo, sumergiendo aldeas, arruinando tierras agrícolas y matando ganado. 

“Las comunidades Dinka, Nuer y Murle de Jonglei están perdiendo la capacidad de mantener ganado y hacer agricultura en esa región como solían hacerlo”, señaló Daniel Akech Thiong, analista senior del Grupo de Crisis Internacional. 

Sudán del Sur está mal equipado para ajustarse. Independiente desde 2011, el país se sumergió en una guerra civil en 2013. A pesar de un acuerdo de paz en 2018, el gobierno ha fallado en abordar numerosas crisis. Unos 2.4 millones de personas siguen desplazadas internamente por conflictos e inundaciones. 

El último desbordamiento del Nilo ha sido atribuido a factores que incluyen la apertura de presas aguas arriba en Uganda después que el lago Victoria alcanzara sus niveles más altos en cinco años. 

El canal de Jonglei, que nunca se completó y tiene un siglo de antigüedad, se ha convertido en un refugio para muchos. 

“No sabemos hasta dónde nos habría empujado esta inundación si el canal no estuviera allí”, dijo Peter Kuach Gatchang, jefe supremo de Pajiek. Ya estaba cultivando un pequeño jardín de calabazas y berenjenas en su nuevo hogar. 

El canal de Jonglei, de 340 kilómetros, fue imaginado por primera vez a principios de 1900 por autoridades coloniales anglo-egipcias para aumentar el flujo del Nilo hacia Egipto en el norte. Pero su desarrollo fue interrumpido por la larga lucha de los sudaneses del sur contra el régimen sudanés en Jartum que eventualmente llevó a la creación de un país separado. 

Gatchang dijo que la nueva comunidad en Pajiek está desatendida: “No tenemos escuela ni clínica aquí, y si te quedas unos días, nos verás llevando a nuestros pacientes en camillas hasta la ciudad de Ayod”. 

Para llegar a Ayod, la sede del condado, se requiere una caminata de seis horas a través del agua a la altura de la cintura. 

Pajiek tampoco tiene red móvil ni presencia gubernamental. La zona está bajo el control del Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés-en-Oposición, fundado por Riek Machar, el rival convertido en vicepresidente del presidente Salva Kiir. 

Los aldeanos dependen de la ayuda. En un día reciente, cientos de mujeres se alinearon en un campo cercano para recibir algo del Programa Mundial de Alimentos (PMA). 

Nyabuot Reat Kuor caminó a casa con un saco de 50 kilogramos de sorgo equilibrado en su cabeza. 

“Esta inundación ha destruido nuestra granja, matado nuestro ganado y nos ha desplazado para siempre”, dijo la madre de ocho. “Nuestra antigua aldea de Gorwai se ha convertido en un río”. 

Cuando se acabe la asistencia alimentaria, dijo, sobrevivirán con hojas silvestres y lirios de agua del pantano. Ya en años recientes, las raciones de ayuda alimentaria se han reducido a la mitad a medida que la financiación internacional para tales crisis disminuye. 

Más de 69 mil personas que han migrado al canal de Jonglei en el condado Ayod están registradas para recibir asistencia alimentaria, según el PMA. 

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