Guerra Ucrania-Rusia
Rusia ataca infraestructura ucraniana con ofensiva aérea masiva de misiles de crucero y drones
Las defensas ucranianas derribaron 81 misiles, incluidos 11 misiles de crucero que fueron interceptados por aviones de guerra F-16 enviados por aliados occidentales a principios de año, explicó Zelenskyy.KIEV, Ucrania (AP) — Rusia lanzó el viernes un ataque aéreo masivo contra Ucrania con 93 misiles de crucero y balísticos y casi 200 aviones no tripulados, dijo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, que describió la ofensiva como una de las más intensas contra el sector energético del país desde el inicio de la invasión hace casi tres años.
Las defensas ucranianas derribaron 81 misiles, incluidos 11 misiles de crucero que fueron interceptados por aviones de guerra F-16 enviados por aliados occidentales a principios de año, explicó Zelenskyy.
Rusia está “aterrorizando a millones de personas” con estos ataques, añadió el mandatario en su canal de Telegram. Además, renovó su llamado a la unidad internacional contra su homólogo ruso, Vladímir Putin.
Se necesita una reacción fuerte del mundo: un golpe masivo – una reacción masiva. Esta es la única manera de detener el terror”, dijo Zelenskyy.
Pero el desarrollo de la guerra en el próximo año está marcado por la incertidumbre. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el cargo en enero, se ha comprometido a terminar la guerra y ha puesto en duda la continuidad del crucial apoyo militar de Washington a Kiev.
En Moscú, el Ministerio de Defensa dijo que el ejército ruso utilizó misiles de precisión de largo alcance y aviones no tripulados contra “instalaciones de combustible y energía de importancia crítica en Ucrania que aseguran el funcionamiento del complejo industrial militar”.
La ofensiva respondía al ataque ucraniano del miércoles en el que se utilizó misiles balísticos tierra-tierra ATACMS, proporcionados por el ejército estadounidense, contra una base aérea de las tropas del Kremlin, agregó.
Trump dijo en una entrevista publicada en la revista TIME el jueves que estaba en contra de permitir que Ucrania ataque objetivos en suelo ruso con armas proporcionadas por Estados Unidos.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó el viernes que la postura de Trump “se ajusta a nuestra posición”.
“En este caso, tenemos una visión compartida de las causas de la escalada y eso es positivo. Obviamente, Trump se da cuenta de lo que agrava el conflicto”, dijo Peskov a reporteros.
La embajada de Estados Unidos en Kiev dijo que el ataque del viernes también tuvo como objetivo redes de transporte y otras instalaciones clave.
La mayor empresa privada de energía de Ucrania, DTEK, indicó que el ataque “dañó gravemente” sus plantas de energía térmica.
Rusia ha intentado repetidamente paralizar el sistema eléctrico ucraniano en un esfuerzo por quebrar la voluntad de la población civil dejándola a oscuras, sin agua corriente ni calefacción, y para interrumpir la actividad de la industria nacional de defensa.
El ministro ucraniano de Energía, Herman Halushchenko, afirmó que los trabajadores del sector energético estaban haciendo todo lo necesario para “minimizar las consecuencias negativas para el sistema energético”, y prometió dar más datos sobre los daños una vez que la situación de seguridad lo permita.
La fuerza aérea ucraniana reportó el lanzamiento de múltiples drones de ataque contra Ucrania durante la noche, seguidos de enjambres de misiles de crucero en el espacio aéreo del país. También indicó que Rusia utilizó misiles balísticos Kinzhal lanzados desde el aire contra las regiones occidentales de Ucrania.
El último ataque masivo, el 28 de noviembre, incluyó unos 200 misiles y drones y dejó a más de un millón de hogares sin energía hasta que los equipos de emergencias restauraron los suministros.
Funcionarios ucranianos han advertido que Moscú está acumulando misiles de crucero y balísticos para más ataques.
El 21 de noviembre, Rusia utilizó por primera vez un misil balístico hipersónico de alcance intermedio contra una planta industrial en la ciudad de Dnipro, en el este de Ucrania. Putin describió ese ataque con un misil Oreshnik como una represalia por las acciones ucranianas en territorio ruso con armas occidentales de largo alcance.
El mandatario declaró que podría haber más ataques con la nueva arma y funcionarios estadounidenses advirtieron el miércoles que el Kremlin podría volver a usarlo en los próximos días. Por el momento no había indicios de que hubiese sido utilizado en la ofensiva del viernes.
Alrededor de la mitad de la infraestructura energética ucraniana ha sido destruida durante los casi tres años de guerra con Rusia, y los cortes de electricidad son habituales y generalizados.
Los aliados occidentales de Kiev han enviado al país sistemas de defensa antiaérea para ayudar a proteger la infraestructura crítica, pero Rusia ha tratado de superar las defensas rivales con acciones combinadas en las que hay grandes cantidades de misiles y drones llamados “enjambres”.
Rusia ha mantenido la iniciativa este año mientras su ejército ha seguido avanzado de forma constante a través de las defensas ucranianas en el este con una serie de ofensivas lentas pero firmes.