CIUDAD DE MÉXICO (France24).- Luego de que Hezbolá disparara cohetes contra la tercera ciudad más grande de Israel, Haifa, el Gobierno de Benjamin Netanyahu parece dispuesto a expandir aún más su ofensiva en el Líbano. Los combates entre las dos partes se arreciaron este lunes 7 de octubre,  al cumplirse un año del devastador ataque de Hamás contra Israel que desató la guerra de Gaza .

Este lunes 7 octubre, Israel conmemoró con ceremonias y manifestaciones el primer aniversario del ataque de Hamás en ese territorio, que dejó más de mil muertos, mientras el conflicto de Gaza sigue extendiéndose por Medio Oriente, generando el temor de una guerra regional total.

El grupo chií libanés Hezbolá, respaldado por Irán y aliado del grupo militante palestino Hamás en Gaza, aseguró que atacó la madrugada del lunes una base militar en Haifa, en el norte de Israel, con misiles "Fadi 1" y lanzó otro ataque sobre Tiberíades, a 65 kilómetros de distancia.

El grupo armado informó luego que también había atacado con misiles zonas del norte de Haifa. El Ejército israelí, por su parte, indicó que alrededor de 190 proyectiles habían entrado en territorio israelí el lunes, causando al menos 12 heridos.

El Ejército de Israel agregó que la Fuerza Aérea estaba llevando a cabo extensos bombardeos contra objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y que otros dos soldados israelíes murieron en esas operaciones.

Por su lado, el Ministerio de Salud de Líbano informó de decenas de muertes, incluidos 10 bomberos muertos en un ataque aéreo contra un edificio municipal en la zona fronteriza.

Alrededor de 2.000 libaneses han muerto desde que Hezbolá comenzó a disparar contra Israel hace un año en solidaridad con Hamás, la mayoría de ellos muertos en las últimas semanas.

El Ejército israelí ha descrito su operación terrestre en Líbano como "localizada, limitada y específica", pero su escala ha aumentado de forma constante desde la semana pasada.

No obstante, Estados Unidos cree que la operación terrestre en el Líbano sigue siendo limitada, sostuvo el lunes el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

Los soldados israelíes se han estado desplazando hacia el sur del Líbano. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirma que su objetivo es despejar las zonas fronterizas donde se han instalado combatientes de Hezbolá, sin planes de adentrarse en el Líbano.

El lunes, Israel, en el espacio de una hora, llevó a cabo ataques aéreos contra 120 objetivos en el sur del Líbano, incluidas las unidades de fuerzas especiales Radwan, la fuerza de misiles de Hezbolá y su dirección de inteligencia.

"Esta operación sigue a una serie de ataques destinados a degradar las capacidades de comando, control y disparo de Hezbolá, así como a ayudar a las fuerzas terrestres a lograr sus objetivos operativos", explicó el Ejército en un comunicado.

La escalada del conflicto ha suscitado temores de que Estados Unidos e Irán se vean arrastrados a una guerra más amplia en la región productora de petróleo.

El 1 de octubre, Irán lanzó una andanada de misiles contra Israel, país que ya advirtió que tomará represalias y está sopesando sus opciones. Las instalaciones petroleras de Irán son un posible objetivo.

Cohetes caen en Haifa

Un comunicado israelí afirma que se lanzaron cinco cohetes hacia Haifa, un importante puerto del Mediterráneo, desde Líbano y que se dispararon interceptores contra ellos.

El comunicado indicó que otros 15 cohetes fueron disparados contra Tiberíades, también en el norte de Israel, algunos de los cuales fueron derribados. Los medios israelíes informaron que cinco cohetes más impactaron en la zona más tarde.

Según el Ejército, también se interceptó un misil tierra-aire disparado al centro de Israel desde Yemen. El movimiento hutí, que cuenta con el respaldo de Irán y controla el norte de Yemen, ha atacado a Israel durante el último año, en lo que afirma es una muestra de solidaridad con los palestinos que sufren ataques en Gaza.

Hamás, que desencadenó la guerra de Gaza con su ataque sorpresa contra Israel hace un año, confirmó que atacó la capital comercial de Israel, Tel Aviv, con una salva de misiles, haciendo sonar las sirenas.

Muchos israelíes han recuperado la confianza en su Ejército y servicios de inteligencia después de los letales golpes que sufrió en las últimas semanas la estructura de mando de Hezbolá.

"Estamos cambiando la realidad de seguridad en nuestra región, por el bien de nuestros hijos, por nuestro futuro, para garantizar que lo que ocurrió el 7 de octubre no vuelva a ocurrir", dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una reunión del gabinete en Jerusalén para conmemorar el aniversario de la guerra de Gaza.

El conflicto se extiende

Los ataques aéreos de Israel han desplazado a 1,2 millones de personas en el Líbano y la intensificada campaña de bombardeos de Israel ha dejado a muchos libaneses preocupados de que su país experimente la enorme escala de destrucción causad en Gaza.

Las fuerzas de Israel emitieron una advertencia en árabe a los bañistas y usuarios de embarcaciones para que eviten un tramo de la costa libanesa, diciendo que pronto comenzarían operaciones contra Hezbolá desde el mar.

Las ceremonias en Israel el lunes incluyeron un evento en memoria de las víctimas del Festival de Música Nova, donde militantes mataron a 364 personas y secuestraron a 44 asistentes a la fiesta y personal el 7 de octubre del año pasado.

Hace un año, en una ofensiva sorpresiva en ciudades israelíes y aldeas de kibutz cerca de la frontera con Gaza, militantes liderados por Hamás mataron a unas 1.200 personas y tomaron a unos 250 rehenes de regreso a Gaza, según cifras de Israel.

La enorme falla de seguridad condujo al día más mortal para los judíos desde el Holocausto nazi.

El asalto de Hamas desató una ofensiva israelí contra Gaza que ha arrasado en gran medida el enclave densamente poblado y ha matado a casi 42.000 personas, según las autoridades sanitarias palestinas.