LA HABANA (AP).- Muchos cubanos esperaban angustiados este día que el servicio eléctrico se restableciera en gran parte de la isla, días después de un apagón que afectó a toda la isla. Sus preocupaciones también aumentaron cuando el huracán Oscar tocó tierra en el sureste de Bahamas y se dirigía hacia su país.

En algunos barrios de la capital cubana, donde viven dos millones de personas, se restableció el suministro eléctrico, pero la mayor parte de La Habana permaneció a oscuras. El impacto del apagón va más allá de la iluminación, ya que servicios como el suministro de agua también dependen de la electricidad para hacer funcionar las bombas.

La gente recurrió a cocinar con estufas de leña improvisadas en las calles antes de que la comida se echara a perder en los refrigeradores. Entre lágrimas, Ylenis de la Caridad Nápoles, madre de una niña de 7 años, dice que está llegando a un punto de “desesperación”.

La falla de la planta Antonio Guiteras el viernes 18 de octubre, que provocó el colapso de todo el sistema de la isla, fue sólo el último de una serie de problemas con la distribución energética en un país donde la electricidad ha sido restringida y rotada a diferentes regiones en distintos momentos del día.

La gente hizo cola durante horas este día por la mañana para comprar pan en las pocas panaderías que pudieron reabrir. Algunos cubanos como Rosa Rodríguez llevan cuatro días sin electricidad.

“Tenemos millones de problemas y ninguno de ellos se ha solucionado. Tenemos que venir a buscar el pan, porque la panadería del barrio está cerrada y lo traen de otro lado”, dijo Rodríguez.

Se espera que el ministro de Energía de Cuba, Vicente de la O Levy, hable en una conferencia de prensa el domingo. Aproximadamente la mitad de Cuba quedó a oscuras el jueves 17 de octubre por la noche, y luego toda la isla el viernes por la mañana después de que una de las plantas fallara.

Además de la planta Antonio Guiteras, cuya falla el viernes afectó a todo el sistema nacional, Cuba tiene varias otras, y no estaba inmediatamente claro si seguían funcionando.

El apagón fue considerado el peor en Cuba en dos años después de que el huracán Ian tocara tierra como tormenta de categoría 3 en 2022 y dañara las instalaciones eléctricas. El gobierno tardó días en repararlas. Este año, algunas viviendas han pasado hasta ocho horas diarias sin electricidad.

El gobierno de Cuba dijo este sábado que se había restablecido parte del suministro eléctrico después de que una de las principales plantas eléctricas del país fallara, pero los 500 megavatios de energía en la red eléctrica de la isla, muy por debajo de los 3 gigavatios que necesita habitualmente, habían disminuido rápidamente a 370 megavatios.

No hay una estimación oficial de cuándo terminará el apagón. Incluso en un país acostumbrado a los cortes de energía como parte de una crisis económica cada vez más profunda, el colapso del viernes fue enorme.

El gobierno cubano anunció medidas de emergencia para reducir la demanda de electricidad, incluida la suspensión de clases escolares y universitarias, el cierre de algunos lugares de trabajo estatales y la cancelación de servicios no esenciales.

Las autoridades locales explicaron que el apagón se debió a una mayor demanda de aires acondicionados de pequeñas y medianas empresas y de hogares. Posteriormente, el apagón se agravó por averías en plantas termoeléctricas antiguas que no han recibido el mantenimiento adecuado y por la falta de combustible para operar algunas instalaciones.

Más tarde, la preocupación entre los cubanos aumentó cuando Oscar tocó tierra en Bahamas. El Centro Nacional de Huracanes de Miami informó que el ojo de la tormenta llegó a la isla Gran Inagua.

Los meteorólogos dijeron que se esperan entre cinco y diez pulgadas de lluvia en el este de Cuba hasta el martes, con algunos lugares aislados recibiendo hasta 15 pulgadas. Oscar se formó el sábado frente a la costa de las Bahamas y pasó rozando las islas Turcas y Caicos al sur.

El centro de huracanes calificó anteriormente la tormenta como “pequeña”, pero el domingo se emitieron advertencias de huracán para el sureste de Bahamas y partes de Cuba.

Los vientos máximos sostenidos de la tormenta se registraron en 130 kilómetros por hora con ráfagas más fuertes. Su centro estaba ubicado a unos 240 kilómetros al este-noreste de Guantánamo, Cuba. La tormenta se dirigía al oeste a 19 kilómetros por hora y se esperaba que llegara a Guantánamo o Holguín, Cuba, el domingo por la tarde con fuerza de huracán.