MADRID (EUROPA PRESS).- Las autoridades norcoreanas anunciaron la congelación de su política de acercamiento de familias separadas por la guerra de Corea, derivada del “reajuste” de todos los organismos pertinentes, al considerar a Corea del Sur como un “Estado beligerante y hostil” con el que no pueden “relacionarse sus conciudadanos”.

A tal efecto, y siguiendo las directrices marcadas en diciembre pasado por el líder norcoreano, Kim Jong Un, en el noveno pleno del Partido de los Trabajadores, el partido único del país, “los oficiales encargados de los asuntos con los enemigos” decidieron “el reajuste de todas las organizaciones relevantes” en ese sentido.

Entre ellas se encuentra el llamado Comité de la Parte Norte sobre la Declaración Conjunta del 15 de junio, un documento firmado por ambos países en el año 2000 en el que se trazaron las líneas maestras de esa política de acercamiento.

Los participantes en la reunión, recogida por la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA, también abogaron por una nueva política de reunificación basada en la opinión de que los “títeres surcoreanos” que persiguen la “unificación por absorción” son el “principal enemigo del país y deben ser completamente eliminados”.

Hay que recordar que han pasado más de cuatro años desde las últimas reuniones concertadas en 2018 por ambos gobiernos; un total de 21 eventos desde 2000 que reunieron brevemente a unas 100 familias de cada lado.

Sólo un tercio de los aproximadamente 130 mil surcoreanos que solicitaron participar en esas reuniones siguen vivos y la mayoría de los restantes tiene más de 80 años, según datos del gobierno surcoreano. Conforme a una encuesta de diciembre de 2022, el 80 por ciento desconoce si sus seres queridos en el Norte siguen vivos.