SANTIAGO (AP) — A dos semanas de que se cumpla el 50 aniversario del golpe militar en Chile, el máximo tribunal de justicia entregó el martes títulos póstumos de abogado a ocho víctimas fatales de la dictadura de Augusto Pinochet, incluidos desaparecidos forzados y ejecutados.

La ceremonia se realizó en el pleno de la Corte Suprema ante la presencia de jueces, familiares de las víctimas y de los ministros de Justicia, Luis Cordero, y de Interior, Carolina Tohá, cuyo padre es una de las víctimas de la dictadura militar (1973-1990).

El presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes, dijo que los títulos se entregaron a quienes cursaron la totalidad de los estudios, y que "lamentablemente no pueden estar presentes, ni prestar a viva voz el juramento o promesa ni desempeñar la profesión que hoy solemnemente se les reconoce".

Patricia Silva, cuyo padre Mario Silva Iriarte es uno del más de un millar de detenidos desaparecidos durante la dictadura, afirmó a The Associated Press que "es un momento bien doloroso, (porque) vinimos acá mismo a pedir justicia y nos fue negada".

Los tribunales de justicia chilenos rechazaron miles de recursos de amparo presentados en favor de millares de detenidos por el régimen militar. Sólo se acogió un puñado de ellos, según los familiares.