BOGOTÁ (apro).- Medios colombianos reportaron la noche de este jueves que el jefe guerrillero Iván Márquez murió por las secuelas de las graves heridas que sufrió en junio de 2022, cuando un comando lo atacó en la vecina Venezuela, donde se ocultaba tras abandonar el proceso de paz con la antigua guerrilla de las FARC y retomar las armas.

Según el noticiero CM&, en ese atentado Márquez perdió un brazo, sufrió afectaciones en una pierna y una esquirla se alojó en su cabeza, lo cual acabó por causarle la muerte.

La cadena radial RCN y el diario El Tiempo aseguraron que fuentes del gobierno y de inteligencia militar les confirmaron el deceso del guerrillero de 68 años de edad, quien fue el jefe de la delegación de las FARC que negoció la paz con el gobierno colombiano entre 2012 y 2016.

La revista Cambio, que citó “fuentes en Venezuela”, afirmó que “la herida de la esquirla se complicó hace unos días, a pesar de que (el excomandante de las FARC) había mostrado una notable mejoría general de salud”.

El ministro colombiano de Defensa, Iván Velásquez, dijo sin embargo a periodistas que “no hay confirmación” de la muerte de Márquez. “Estamos con las verificaciones”, aseguró.

Márquez, quien llegó a ser el segundo hombre al mando de las FARC, sólo detrás de Rodrigo Londoño, “Timochenko”, regresó a la clandestinidad en 2019, tras haberse acogido al acuerdo de paz con esa exguerrilla, y en agosto de ese año anunció la fundación de un nuevo grupo insurgente conocido como “Segunda Marquetalia”, del cual asumió el mando.

Entre los fundadores de esa guerrilla, dedicada a la producción y tráfico de cocaína, estaban, además, Jesús Santrich, Henry Castellanos, alias “Romaña”, y Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, quienes perdieron la vida en diferentes ataques de comandos armados entre los que aparentemente había militares de elite, mercenarios y exguerrilleros de las FARC.

El primero en morir fue Santrich, el 17 de mayo de 2021, mientras que “El Paisa” y “Romaña” fueron abatidos siete meses después. Los tres estaban en Venezuela, país vecino considerado un santuario para las llamadas disidencias de las FARC, que son los grupos que abandonaron el proceso de paz con esa exguerrilla y que se financias de actividades como el narcotráfico y la minería ilegal.

El gobierno del anterior presidente colombiano, Iván Duque, siempre negó que haya tenido algo que ver en las muertes de esos tres guerrilleros en suelo venezolano y con el atentado contra Márquez el año pasado.

La “Segunda Marquetalia”, de Márquez, y otra disidencia de las FARC denominada “Estado Mayor Central”, que comanda “Iván Mordisco”, han mantenido conversaciones de paz con el gobierno del presidente Gustavo Petro, quien incluso les ha ofrecido reconocerlos como interlocutores políticos.

El comisionado de paz de Petro, Danilo Rueda, informó hace un par de meses que había tenido una reunión con Márquez para hablar del proceso de paz que impulsa este gobierno, pero no dio más detalles del encuentro ni de las condiciones de salud del jefe guerrillero, quien después del atentado que sufrió el año pasado no registra ninguna aparición pública.