MADRID (EUROPA PRESS).– El Departamento de Justicia de Estados Unidos afirmó este martes que ya no defenderá al expresidente Donald Trump en la demanda por difamación impuesta por la escritora neoyorquina Elisabeth Jean Carroll.

El organismo, anteriormente, había señalado que Trump estaba actuando como presidente cuando hizo declaraciones difamatorias negando las denuncias de la escritora sobre una agresión sexual, concluyendo que estaba protegido por la ley que prohíbe las demandas civiles contra empleados del Gobierno por reclamaciones relacionadas con sus funciones oficiales.

Sin embargo, la cartera ministerial revisó la cuestión después de que un tribunal de apelaciones aclarara que solamente están protegidos si sus acciones tienen como objeto ayudar al Gobierno y revirtió su posición.

Según recoge una carta, el Departamento de Justicia "ha determinado que carece de evidencia adecuada" para concluir que el expresidente estaba actuando sirviendo al Gobierno estadunidense "cuando negó haber agredido sexualmente a Carroll", puesto que las declaraciones de Trump "continuaron después de que dejara la oficina".

"Y un jurado ahora ha fallado que Trump agredió sexualmente a Carroll mucho antes de convertirse en presidente", de forma que esta historia señala que estuvo motivada por una "queja personal" derivada de hechos que ocurrieron antes de su mandato en el Gobierno estadunidense, informa la cadena de televisión CNN.

La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, manifestó que su parte está "agradecida de que el Departamento de Justicia haya reconsiderado su posición". "Siempre hemos creído que Donald Trump hizo sus declaraciones difamatorias sobre nuestro cliente en junio de 2019 por animosidad personal, mala voluntad y despecho, y no como presidente de Estados Unidos".

Por su parte, un abogado de Trump, Steven Cheung, condenó la decisión de Justicia, aseverando que "la corrupta Administración Biden está armando políticamente un sistema judicial contra Trump porque es el gran favorito para derrotar a Joe Biden y recuperar la Casa Blanca", recoge la agencia de noticias Bloomberg.

"Esta caza de brujas, financiada y llevada a cabo por demócratas 'woke', radicales y liberales queda ahora aún más expuesta como una farsa partidista, ya que el Departamento de Justicia ha roto con una tradición de larga data en un intento desesperado de perpetuar este engaño", agregó Cheung.