Colombia
Gobierno de Petro y guerrilla del ELN pactan cese bilateral del fuego
La firma del acuerdo de cese del fuego con el ELN se produce luego de que el proceso de Paz Total ha sido criticado en Colombia porque, a pesar de las conversaciones con diferentes grupos, la violencia se mantiene en altos niveles.BOGOTÁ (apro).– El gobierno del presidente colombiano Gustavo Petro y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) firmaron este viernes un acuerdo bilateral de cese del fuego que entrará en vigencia el próximo 3 de agosto y se prolongará, en principio, durante seis meses.
La firma del acuerdo se realizó en La Habana, Cuba, sede del tercer ciclo de diálogos de paz entre el gobierno de Petro y la única guerrilla histórica que permanece en armas en Colombia tras la desmovilización de las FARC, hace seis años.
En el evento, Petro, un exguerrillero que se incorporó a la política legal tras un acuerdo de paz con el M-19 en 1990, dijo que el pacto de cese del fuego con el ELN apunta a poner fin a la fase de la insurgencia armada en América Latina.
“Hoy Latinoamérica se transforma de otra manera (…), el mundo de las armas y de matarnos entre todos, el de la guerra perpetua, debe cesar”, dijo el mandatario en el acto al que asistió también el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel.
Dijo que el acuerdo de cese del fuego conlleva la promesa de que “en mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia”.
Los diálogos entre el gobierno colombiano y la guerrilla del ELN se desarrollan desde noviembre pasado como parte del proceso de Paz Total que desarrolla Petro y el cual también incluye conversaciones de paz con las disidencias de las FARC que permanecen en armas y negociaciones jurídicas con organizaciones dedicadas al narcotráfico, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y con estructuras armadas de ciudades como Medellín.
La firma del acuerdo de cese del fuego con el ELN se produce luego de que el proceso de Paz Total ha sido criticado en Colombia porque, a pesar de las conversaciones con diferentes grupos, la violencia se mantiene en altos niveles.
El pasado 24 de mayo, el ELN atacó a una patrulla de policía en el nororiental municipio de Tibú, lo que produjo una civil y dos uniformados muertos. La oposición pidió a Petro suspender los diálogos con esa guerrilla y el mismo mandatario dijo que ese grupo tenía que decidir entre la paz o seguir en las rentas criminales.
Según el acuerdo de cese del fuego firmado por el jefe negociador del gobierno colombiano, Otty Patiño, y por el comandante del ELN Pablo Beltrán, a partir de esta fecha comenzarán los preparativos del mecanismo de monitoreo y verificación que supervisará el cumplimiento del pacto.
A partir del próximo 6 de julio, tanto la guerrilla como las fuerzas militares de Colombia deberán ordenar la suspensión de las operaciones ofensivas y el 3 de agosto entrará en vigencia el cese bilateral, nacional y temporal.
En principio, tendrá una vigencia de 180 días, pero se podría extender “previa evaluación de las partes”.
En el acto en La Habana estuvieron presentes representantes de Naciones Unidas y de los países garantes del diálogo entre el ELN y el gobierno colombiano, que son Noruega, Cuba, México, Brasil, Chile y Venezuela.
Las conversaciones de paz
Las partes también acordaron comenzar a alistar la participación de la sociedad en el diálogo de paz, para lo cual se instalará, el 25 de julio próximo, un Comité Nacional de Participación.
El cuarto ciclo de conversaciones se realizará del 14 de agosto al 4 de septiembre entrantes en Caracas, Venezuela, donde se hará un balance del cumplimiento de los acuerdos suscritos este viernes.
Las conversaciones de paz entre el gobierno de Petro y el ELN, una guerrilla binacional que tiene unos 5 mil combatientes en Colombia y otros mil en la vecina Venezuela, iniciaron el pasado 21 de noviembre en Caracas, donde las partes trabajaron en la agenda de negociaciones.
La delegación de la guerrilla, que encabeza Pablo Beltrán, aceptó retomar la agenda de seis puntos que quedó pendiente de un proceso de paz suspendido en 2019, cuando el ELN realizó un atentado explosivo contra la escuela de cadetes de la policía en Bogotá, en una acción que causó la muerte de 23 personas y provocó el repudio nacional y mundial.
El presidente de la época, el ultraderechista Iván Duque, un opositor a los acuerdos de paz con las FARC que se resistía a retomar los diálogos iniciados con el ELN por su antecesor Juan Manuel Santos, rompió en definitiva con el grupo insurgente y apostó por la guerra total.
Durante ese gobierno, que culminó en agosto pasado, el ELN se fortaleció. El nuevo proceso de paz con esa guerrilla de ideario guevarista e influida por la teología de la liberación es el sexto en el que participa desde que fue fundada, en 1964, por un grupo de jóvenes universitarios entrenados como guerrilleros en Cuba.