BOGOTÁ (apro).– La Conferencia Internacional sobre Venezuela realizada este martes en Bogotá llamó al régimen de Nicolás Maduro a trabajar con la oposición de ese país para establecer un cronograma electoral que permita la celebración de “elecciones libres, transparentes y con plenas garantías para todos los actores”.

La cita, que congregó a representantes de alto nivel de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y varios países latinoamericanos, culminó la tarde de este martes tras cinco horas de sesiones, con una declaración en la que los participantes identificaron “posiciones comunes” sobre varios temas.

El documento señaló que el cronograma electoral y “los pasos acordados a satisfacción de las partes” deben ir acompañados, “en paralelo, con el levantamiento de las distintas sanciones” económicas que han aplicado al régimen venezolano Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido y Canadá, al considerar que el gobierno de Maduro ha violentado el orden democrático por impedir elecciones libres y encarcelar a opositores.

La declaración abogó por la continuación del proceso de negociación que han llevado a cabo en México el gobierno de Maduro y la oposición con la facilitación de Noruega, el cual se encuentra suspendido desde noviembre del año pasado.

Ese diálogo, indicó el pronunciamiento, debe ir acompañado en lo sucesivo de la “aceleración de la implementación del fondo fiduciario único para inversión social en Venezuela”, cuyos recursos provendrían de las cuentas bancarias congeladas en Estados Unidos y la UE al régimen de Caracas tras la reelección de Maduro en 2018, en comicios considerados irregulares por parte de la comunidad internacional.

La conferencia, que contó con la participación del asesor especial para las Américas del presidente estadunidense Joe Biden, Christopher Dodd, y del canciller europeo Josep Borrell, decidió que representantes de un grupo de países que acudieron a la cita informen al Maduro y a representantes de la oposición y de la sociedad civil los resultados del encuentro “para su evaluación y comentario”.

Los asistentes acordaron que se convocará a un nuevo encuentro a las mismas delegaciones que acudieron a la conferencia a fin de dar seguimiento a las resoluciones.

El encuentro fue convocado por el presidente colombiano Gustavo Petro, quien en el acto inaugural de esta mañana dijo que las recomendaciones tienen que ver con el camino que tomará Venezuela hacia el futuro, que puede ser hacia la paz o hacia la guerra y la confrontación. 

Pero afirmó que, finalmente, es a los venezolanos a quienes corresponde tomar sus propias decisiones “en profunda libertad sin que nadie, fuera de su país, los presione para tomar decisiones contrarias a su propia voluntad, ni nadie, dentro de su país, los presione para que sus decisiones soberanas terminen siendo conculcadas”.

El presidente señaló que ojalá las recomendaciones de la conferencia sean bien recibidas tanto por la oposición venezolana, como por el gobierno del presidente Nicolás Maduro, pero, sobre todo, por los venezolanos, “que quieren vivir en democracia y en libertad”.

La Conferencia Internacional sobre Venezuela congregó a los cancilleres de Argentina, Santiago Cafiero; de Bolivia, Rogelio Maita; de Chile, Alberto van Klaveren, y de Honduras, Eduardo Enrique Reina, además del canciller europeo.

Brasil estuvo representado por Celso Amorim, excanciller y asesor especial para asuntos internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En representación de México, el país sede de los diálogos entre la oposición y el gobierno de Venezuela, participaron el director de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos de la cancillería, Efraín Guadarrama, y la embajadora en Colombia, Patricia Ruiz Anchondo.

Por Estados Unidos, además de Dodd, estuvieron el consejero adjunto de Seguridad Nacional, Jonathan Finer, y el director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González.

Además, estuvo el jefe de mediadores de Noruega para el diálogo en Venezuela, Dag Nylander.

Los diálogos entre la oposición y el gobierno de Venezuela, tendientes a acordar alivios a la escasez de alimentos y medicinas en Venezuela y a establecer condiciones de equidad para los comicios presidenciales que se deben realizar el año próximo, iniciaron en agosto de 2021 en México, pero se suspendieron en octubre de ese año luego de que el empresario colombiano Alex Saab, señalado de ser operador financiero de Maduro, fuera extraditado de Cabo Verde a Estados Unidos por cargos de lavado de dinero.

Las negociaciones entre las partes se reanudaron en noviembre pasado en la Ciudad de México y en esa oportunidad se firmó un acuerdo para crear un fondo de unos tres mil 150 millones de dólares, que sería manejado por Naciones Unidas y sería destinado a aliviar la crisis social que vive Venezuela, donde escasean los alimentos y las medicinas.

Esos recursos provendrían de las cuentas bancarias congeladas al régimen de Maduro en Estados Unidos y la UE, pero según el mandatario venezolano, la oposición ha incumplido el acuerdo.

El coordinador de negociadores de la oposición venezolana, Gerardo Blyde, dijo que el acuerdo contemplaba la liberación paulatina de los fondos.

A la conferencia internacional en Bogotá no asistieron representantes ni de Maduro ni de la oposición, aunque Blyde se reunió el domingo pasado con Petro y otros funcionarios colombianos.

Al inaugurar la cita, Petro dijo que la propuesta colombiana es abrir un diálogo democrático en Venezuela y establecer un cronograma de elecciones con garantías para la oposición a fin de que “el pueblo venezolano pueda decidir libre y soberanamente qué quiere, sin presiones”.

El otro riel, aseguró, es el del levantamiento progresivo de las sanciones económicas que han aplicado Estados Unidos y la Unión Europea a Venezuela, por considerar que el régimen de Maduro ha quebrantado el orden democrático.   

Petro reiteró su llamado a Maduro para que reincorpore a su país al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, al cual renunció en 2013 en rechazo a las críticas por las violaciones a las garantías individuales.

Entrar al sistema interamericano, indicó Petro, sería un paso importante para establecer un cronograma de soluciones al “problema electoral” venezolano y de levantamiento paulatino de las sanciones internacionales.

El mandatario colombiano tiene un especial interés en impulsar un acuerdo político en Venezuela, país vecino con el cual reanudó relaciones diplomáticas en agosto pasado, unos días después de asumir la presidencia.

La ruptura de relaciones entre los dos países se produjo en febrero de 2019 por decisión de Nicolás Maduro, quien reprochó al entonces mandatario colombiano, el ultraderechista Iván Duque, reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino del vecino país.

Guaidó arribó el lunes a Colombia con la intención de acudir a la conferencia internacional, pero el gobierno colombiano lo forzó a tomar un vuelo de salida, en este caso hacia Miami, con el argumento de que ingresó ilegalmente a este país.