ROMA (AP).- Las autoridades venecianas presentaron el jueves un plan piloto para cobrar a los excursionistas cinco euros (5.45 dólares) por entrar a la frágil ciudad lacustre durante los fines de semana de la temporada alta el año próximo. El objetivo es reducir las multitudes, alentar permanencias más prolongadas y mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Venecia, que es Patrimonio Mundial de la UNESCO, estuvo a punto de ser incluida en la lista de sitios en peligro del organismo de la ONU debido a la amenaza que representa el turismo excesivo para su frágil ecosistema. Los Estados miembros plantearon la propuesta de la tarifa turística en su decisión de evitarle a Venecia su inclusión en la lista.

El alcalde Luigi Brugnaro dijo el jueves que la tarifa no es un impuesto al turismo ni un intento de aumentar la recaudación fiscal. Sostuvo que es un experimento sin precedente para regular el flujo de turistas en uno de los lugares más visitados del mundo, mediante incentivos para evitar visitarla en los periodos más concurridos.

“Intentamos hacer una ciudad más vivible”, dijo el alcalde Brugnaro en una conferencia de prensa en la que presentó el plan.

Los detalles

La tarifa se aplicará durante 29 días, desde abril hasta mediados de julio –incluidos la mayoría de los fines de semana– en las horas pico –de 8:30 a 16:30 horas–, lo que evitará que quienes llegan para cenar o asistir a un concierto tengan que pagar.

Estarán exentos los habitantes, los nacidos en la ciudad, estudiantes y trabajadores, así como turistas con alojamiento reservado.

A partir del 16 de enero se habilitará el sitio web www.cda.ve.it para que los visitantes “reserven” su día en Venecia. A cambio del pago de cinco euros, el visitante recibirá un código QR, que deberá presentar en la estación ferroviaria principal y en los otros seis puntos de acceso a la ciudad.

Los visitantes con alojamiento reservado que presenten esa información recibirán también un QR sin tener que pagar por ello, ya que la cuenta del hotel incluirá una tarifa municipal de alojamiento.

Después de las cuarentenas por la pandemia de covid-19, que asestaron un golpe devastador al sector turístico a escala mundial, la ciudad de las callejuelas estrechas, canales y lagunas ha tratado de reconcebir su relación con los visitantes de manera más sustentable, incentivando a la vez la permanencia de sus habitantes.

Venecia se vio obligada a tomar medidas en respuesta al éxodo de venecianos a tierra firme y a la presión de la UNESCO y de los ambientalistas, cuyo cabildeo logró que el gobierno prohíba el paso de grandes buques de crucero frente a la Plaza de San Marcos y por el canal Giudecca.

Las autoridades de la ciudad han declarado que los turistas con permanencia más prolongada son cruciales para su supervivencia, ya que tienden a gastar más.

El alcalde Brugnaro expuso que el objetivo de la tarifa no es desalentar el turismo, sino administrarlo mejor, y explicó que el programa probablemente tendrá algunos problemas de aplicación que requerirán enmiendas, y agregó que, luego de años de estudios y conversación, era hora de pasar a la acción.